Según la Asociación de Derechos Humanos de Turquía, este año han muerto 20 presos en las cárceles turcas. Hay cientos de prisioneros gravemente enfermos en Turquía, que no pudieron beneficiarse de la ley de amnistía de abril de 2020 que excluía de su ámbito de aplicación tanto a los presos políticos como a todos los que estaban encarcelados en espera de un juicio en el momento de la legislación. Lamentablemente, tres prisioneros más han muerto en las últimas tres semanas. La conciencia nacional e internacional sobre las prisiones turcas y los presos enfermos durante los debates sobre la ley de amnistía en abril ha dejado su lugar a las noticias sobre los prisioneros moribundos que están cayendo en saco roto. 

El 19 de septiembre, el profesor jubilado Takiyettin Özkahraman, de 75 años, murió en la prisión tipo L de Patnos en Ağrı. El Sr. Özkahraman se desempeñó en el pasado como presidente del Partido por la Paz y la Democracia (BDP) en el distrito de Malazgirt de Muş. Tenía insuficiencia pulmonar, se enfermó muchas veces en prisión, pero nunca recibió el tratamiento médico adecuado. El tribunal rechazó muchas apelaciones para su liberación a pesar de su estado de salud en deterioro.

El 23 de septiembre, Ali Boçnak, de 76 años, murió en la misma prisión. Fue condenado a siete años y ocho meses por realizar una ceremonia fúnebre en kurdo y había estado en prisión desde 2017. Bocnak estaba en la lista de presos enfermos de la Asociación de Derechos Humanos. Tenía oclusión vascular cerebral, dificultad para respirar, insuficiencia renal y enfermedad grave de la próstata. A pesar de ello, todas las apelaciones de su abogado para su liberación fueron rechazadas.

El 2 de octubre, el preso político de 57 años Muhammed Emir, detenido en la prisión cerrada tipo E de Maraş Elbistan, murió mientras estaba en el hospital. El informe médico indicó la razón de la muerte como "enfermedad epidémica / muerte natural". Posteriormente quedó claro que perdió la vida debido al Covid 19. Según la información que recibimos de familiares y abogados de los presos, muchos otros prisioneros también fueron infectados y puestos en cuarentena. Pero se desconoce el número de personas que dieron positivo en esta y otras cárceles turcas.

Feleknas Uca y Hişyar Özsoy, co-portavoces de Relaciones Exteriores del HDP (Partido Democrático de los Pueblos), denunciaron en una declaración escrita: “El gobierno es responsable de la muerte de estos prisioneros enfermos por al menos tres razones: primero, encarcelarlos ilegalmente (al menos los dos primeros); segundo, al excluirlos ilegalmente de la ley de amnistía; tercero, al no liberarlos de la prisión, aunque sea temporalmente, a pesar de su salud en deterioro. Estas tres personas podrían haber estado vivas si el gobierno hubiera optado por ser justo y aplicado la ley de amnistía a todos los presos por igual”.

Uca y Özsoy pidieron: “Una vez más, hacemos un llamado a las autoridades del Consejo de Europa: el CPT, el Comisionado de Derechos Humanos y el Comité de Seguimiento del PACE en particular, los órganos de derechos humanos de la ONU y la UE, nuestros partidos hermanos y todas las instituciones que se ocupan de los derechos de los presos: vigile de cerca las cárceles turcas, la situación de los presos enfermos en particular, sea su voz y tome medidas para proteger sus derechos y su salud".