Los funcionarios del gobierno regional del Kurdistán iraquí han suspendido la libertad condicional de muchos periodistas y activistas kurdos y kurdas que ya han cumplido dos tercios de sus penas de prisión y a quienes se les había concedido el derecho a ser liberados.

Los 52 periodistas y activistas kurdos y kurdas, cuyo estado de salud se está deteriorando, iniciaron una huelga de hambre el 24 de julio por la que fueron acusados de “poner en peligro la seguridad nacional”, y se encuentran ahora en la Prisión de Rehabilitación para Adultos de Hewler, gestionada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del Gobierno Regional del Kurdistán (GRK). Al parecer, las autoridades penitenciarias también han bloqueado el derecho de los abogados y las abogadas a reunirse con sus clientes.

Los presos y las presas enviaron una carta a The New Arab en la que decían: “Somos presos de conciencia porque defendemos la libertad de expresión y las libertades civiles en la región del Kurdistán y nos oponemos a la ocupación y los bombardeos turcos. Estamos en huelga de hambre porque la fiscalía general de la región del Kurdistán obstaculiza nuestro derecho a la libertad condicional, según el artículo 331 del Código de Procedimiento Penal iraquí. Nos enfrentamos a una intervención arbitraria que impide nuestro derecho a la libertad condicional, un derecho que tenemos al haber cumplido dos tercios de nuestra condena”.

Los y las periodistas han hecho un llamamiento para que se escuchen sus voces.

Antecedentes

El Consejo de Seguridad de la Región del Kurdistán (KRSC) detuvo a cientos de personas que participaron en las protestas antigubernamentales que comenzaron en 2020 en la región de Behdinan, en Duhok.

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