El preso político Dilbirin Orhan (23), que se encuentra en la prisión de Silivri Nº 5, denunció las violaciones de derechos en la prisión en una llamada telefónica con su familia. Zehra Orhan informa que su marido, Dilbirin Orhan, le dijo que los presos no tenían agua caliente y que el agua que les llegaba era turbia cuando estaba a su disposición.

Zehra Orhan añade que su marido le dijo que en la comida han encontrado pelos y otros objetos insalubres. La esposa también afirma que la comunicación con el exterior es obstaculizada ya que no se entregan las cartas. Orhan también subrayó que no se habían tomado medidas en el ámbito de la pandemia y que no se habían garantizado las condiciones higiénicas necesarias. Además, las familias no pueden enviar productos a los prisioneros.  

Orhan termina su declaración con la apelación de su marido: "Haz que nuestras voces sean escuchadas. Nos levantaremos, pero nuestras voces no pueden llegar al exterior, tú debes ser nuestra voz."