Ayhan Yılmaz, preso en la prisión cerrada tipo T de Van, denunció en una conversación telefónica con su familia las violaciones de derechos a las que se vieron expuestos.

Dijo que están sujetos a la violencia de los guardias a diario, y añadió que temen por su vida.

Hablando del brote de coronavirus, Yılmaz señaló que no se tomaron medidas para proteger a los prisioneros y que las celdas no fueron desinfectadas. 

Yılmaz dijo que las violaciones de derechos y las prácticas arbitrarias llevadas a cabo por la administración penitenciaria han aumentado tras el brote de coronavirus y los nuevos acuerdos legales. "Muchos de nuestros amigos han sido hospitalizados debido a la paliza que recibieron en una serie de ataques que comenzaron el 3 de abril. La radio y los libros fueron confiscados. Tras ello, empezamos a recibir constantes amenazas".

Yılmaz llamó a la gente a mostrar sensibilidad y añadió: "La administración penitenciaria ha convertido esta actual emergencia de coronavirus en una oportunidad para profundizar sus prácticas ilegales. Las visitas han sido prohibidas por el Ministerio de Justicia debido al brote de coronavirus y se ha dado un derecho de llamada adicional semanal. Estas dos llamadas telefónicas son para que los presos puedan informar a sus familias, que están muy preocupadas. Sin embargo, este derecho es dado y tomado arbitrariamente por la administración de la prisión y sólo podemos llamar una vez a la semana."

Yılmaz se quejó de problemas respiratorios y añadió: "Nuestro derecho al hospital aquí está completamente restringido. Muchos prisioneros con enfermedades crónicas no son llevados al hospital, aunque su condición ha empeorado. Las peticiones y demandas que escribimos están obstruidas. Las medidas tomadas para contrarrestar el coronavirus son inadecuadas y los materiales de limpieza e higiene no nos son dados con el argumento de que están 'prohibidos'".