La organización en solidaridad con las personas que perdieron familiares en la lucha de liberación kurda, MEBYA-DER, debatió las líneas sociopolíticas sobre cuestiones centrales del trabajo de la asociación con numerosos miembros e invitados en un congreso celebrado en Kızıltepe (Qoser), cerca de Mardin (Mêrdîn). La reunión se centró en el tema de las profanaciones de tumbas por parte de las fuerzas estatales turcas y las formas de combatir estos ataques.

En las provincias kurdas de Turquía, las fuerzas de seguridad llevan años haciendo un uso sistemático y brutal de la fuerza contra las tumbas de los fallecidos en el movimiento kurdo y de las víctimas del poder estatal turco. Ya se han devastado cementerios enteros, se han destrozado lápidas e incluso se han desenterrado cadáveres. La destrucción de tumbas de guerrilleros y guerrilleras en particular es una práctica constante del Estado turco, pero ha adquirido una dimensión mucho más sistemática en los últimos años. Para el Estado turco, las decenas de miles de asesinados en el movimiento de liberación kurdo deben ser borradas de la memoria social.

"Esta tradición inhumana, que llamamos guerra contra los muertos, incluye también la práctica de guardar bajo llave los cadáveres de los combatientes, mutilarlos y enterrarlos anónimamente en los llamados cementerios ‘de los sin nombre’", declaró Xecê Öncü de MEBYA-DER. El activista subrayó que esta humillación persigue un objetivo político: "Esto envía una señal a los kurdos y las kurdas de que no serán tolerados, estén vivos o muertos. Quieren hacernos renunciar a nuestra identidad, a nuestra lengua, a nuestro derecho a la libertad y a una vida digna."

La diputada del HEDEP Beritan Güneş Altın expresó el apoyo de su partido a MEBYA-DER, y condenó el trato dado por el Estado a los muertos del pueblo kurdo. Describió la profanación de cadáveres y tumbas como ataques inhumanos que degradan los valores sociales y recordó los casos de los combatientes Agit Ipek (HPG) y Hakan Arslan (YPS) cuyos restos fueron entregados a sus familiares en una caja y en una bolsa, respectivamente. La política también se refirió a la reciente profanación de las tumbas de Uğur y Ahmet Kaymaz. El niño de doce años y su padre murieron por disparos de la policía turca en Qoser en 2004.

Es necesaria una respuesta colectiva y una expresión de solidaridad contra esta campaña de ataques contra las tumbas de los caídos, para contrarrestar los intentos de degradar a la sociedad kurda.

Altın agregó: "Afrontaremos estos ataques con resistencia y lucharemos para superar los tiempos en los que se niega nuestra existencia, nuestra lengua y nuestra identidad".

Como primer paso, MEBYA-DER quiere debatir con políticos, empresarios, activistas culturales y la sociedad civil para luchar contra los ataques a los muertos.

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