El preso enfermo Abdullah Varışlı, que estaba detenido en la prisión de Oltu en Erzurum y recibía tratamiento contra el cáncer desde hacía años, sufrió una hemorragia interna el martes y tuvo que ser trasladado a la Facultad de Medicina de la Universidad Yüzüncü Yıl de Van.

Sin embargo, Varışlı no pudo ser salvado.

El cuerpo de Varışlı fue recogido por su familia el miércoles y enterrado en su pueblo natal, la aldea de Emerînê en el distrito de Cizîra Botan en Şirnak.

Mesut Eksi: ingresado el día de su liberación

El preso enfermo Mesut Eksi, que permanecía en la prisión de régimen cerrado de tipo T de Afyonkarahisar, cumplió su condena y fue puesto en libertad el mismo martes, tras 17 años de encarcelamiento.

Sin embargo, el mismo día de su puesta en libertad tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital de la ciudad de Mersin para ser operado de un problema pulmonar.

Son numerosos los casos de presos gravemente enfermos que permanecen recluidos en cárceles turcas hasta su muerte. En alguno casos, son liberados en el peor estado su enfermedad para que mueran fuera de prisión y no engrosen las cifras de muertes bajo custodia estatal.

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