La Asociación de Derechos Humanos (IHD) indicó que la situación de violencia policial y de todas las fuerzas represivas del estado turco, se ha intensificado sistemáticamente. Por ejemplo, los niños son perseguidos repetidamente por policías armados, entre otras cosas, son víctimas de disparos en las calles de las ciudades kurdas. También aumentaron los casos de tortura y malos tratos, incluso frente a los ojos del mundo. El co-presidente de la IHD, Öztürk Türkdoğan, habló con la agencia de noticias Mezopotamya sobre la situación.

Türkdoğan describió esta violencia como "sistémica" y afirmó que entre 2010 y 2020, 37 personas fueron atacadas con armas de fuego por las fuerzas de seguridad por no acatar una orden de detenerse.

Unas 1.276 personas resultaron heridas en el uso ilegal de armas de fuego por la policía.

En los últimos diez años, hubo 5.855 casos de tortura bajo custodia y se han registrado 4.196 casos de tortura y malos tratos por parte de los guardias de seguridad en las calles. Türkdoğan detalló que hay un clima de impunidad que es la causa del aumento de la violencia policial.

La violencia policial no es nueva

El co-presidente de la IHD expresó: “Hubo repetidamente ejecuciones extrajudiciales, torturas y hostigamientos por parte de la policía y las fuerzas de seguridad en los últimos cinco años. La violencia no es algo nueva. Es algo sistémico. Los eventos durante el bloqueo por coronavirus solo se produjeron porque eran más visibles. La forma de lidiar con la violencia policial es hacerla visible, sacarla de la oscuridad.

La violencia está relacionada con los regímenes

Türkdoğan agregó: “Cuando los oficiales de policía dicen: 'Yo represento al estado, yo soy el estado' mientras actúan contra un ciudadano, están dejando en claro que este es de hecho un estado policial. Por lo tanto, es engañoso hablar solo de la violencia policial, dejando de lado al régimen estatal”.

Los ataques son sistemáticos

Türkdoğan describió la justificación de la violencia policial como parte del ataque: “Eso significa que a las fuerzas de seguridad se les ha enseñado previamente cómo justificarse. El gobierno guarda silencio, el ministro del Interior incluso hace declaraciones que fomentan la violencia. Muestra que esta violencia es aplicada sistemáticamente".

La democratización es la solución

El activista de derechos humanos pidió al gobierno que castigue a los agentes violentos de las fuerzas de seguridad y que retire las leyes que promueven la impunidad de la violencia policial: "La autoridad investigadora también debe comenzar a actuar de manera efectiva y decisiva contra la violencia. Entonces, y solo entonces, la violencia policial podría disminuir. Nuestro principal deseo es crear una nueva constitución democrática y una administración democrática".