Tras más de un año de negociaciones, el juicio del PKK contra el activista kurdo Abdullah Öcalan finalizó el jueves en el Tribunal Regional Superior de Frankfurt (OLG). El Senado de Protección del Estado consideró probado que el activista de 59 años había trabajado para el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) bajo el nombre de "Xebat" desde 2019 hasta su detención en mayo de 2021 como funcionario regional o de zona en Hesse y Sarre. Por ello, y debido a que el kurdo tenía antecedentes penales por actividades políticas previas tanto en Francia como en Alemania, el Tribunal Regional Superior condenó al acusado a cuatro años y cinco meses de prisión por pertenencia a una "organización terrorista en el extranjero" en virtud de los artículos 129a/b del Código Penal.

Ataque a las convicciones políticas del interesado

"Aunque el tribunal se quedó así por debajo de la pena de más de cinco años exigida por la Fiscalía, este juicio no trata de derecho y justicia. Más bien, el juicio debe verse como un ataque a las convicciones políticas del interesado", subrayó el fondo de ayuda jurídica de Colonia AZADÎ, que apoya el caso de Öcalan.

La defensa, la abogada Antonia von der Behrens y el abogado Stephan Kuhn, habían pedido la absolución para su cliente. Sus detalladas mociones, presentadas durante el juicio, sobre la cuestión de la arbitrariedad de la autorización para procesar por parte del Ministerio Federal de Justicia, sobre los aspectos de derecho internacional de la lucha del PKK por la libertad o las violaciones del derecho internacional por parte del régimen turco del AKP/MHP, fueron en gran medida desoídas. Entre otras cosas, el tribunal rechazó la petición de citar como testigo al Dr. Peter Frank, Fiscal Federal.

El funcionario político había sido recibido por el presidente Recep Tayyip Erdoğan a principios de julio de 2022 con motivo de una visita oficial a Turquía al más alto nivel del gobierno. "En las conversaciones se trataron sin duda las exigencias de la parte turca de emprender acciones penales aún más amplias contra los partidarios del PKK en Alemania y de forzar su extradición", opina AZADÎ. Esto se debe a que puntualmente se produjeron numerosos registros en pisos y asociaciones kurdas en Nuremberg, Hannover y Darmstadt, entre otros lugares, así como confiscaciones y detenciones.

La justicia alemana aplica las exigencias de Ankara

Según AZADÎ, la condena del miércoles del activista Özgür A. por el Tribunal Regional Superior de Coblenza a cinco años de prisión también podría hablar de la "voluntad de la justicia federal alemana de aplicar las exigencias de Ankara".

AZADÎ hace un llamamiento "a todas las fuerzas democráticas para que se opongan a esta política, que desde hace tres décadas ha privado de sus derechos a una parte de la población que vive aquí mediante la criminalización, la ha puesto bajo sospecha general, la ha estigmatizado como ‘terrorista’ y la ha marginado. Además, ya es hora de dar la espalda al régimen de Ankara. Las elecciones parlamentarias y presidenciales del 14 de mayo pueden dar un cambio de rumbo", ha afirmado la asociación.

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