Pakshan Azizi, una prisionera política kurda en el corredor de la muerte, y Warisha Moradi, miembro de la Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) que enfrenta cargos de "insurrección armada" (baghi), han sido sentenciadas a seis meses adicionales de prisión por "alterar el orden penitenciario" en la prisión de Evin, informó el lunes la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN).
En consecuencia, las dos presas políticas, que se negaron a asistir a la sesión judicial, fueron sentenciadas por el Segundo Tribunal Penal del Complejo Judicial Qods en Teherán.
El caso surgió tras las protestas de las presas políticas en el pabellón de mujeres de la prisión de Evin y los enfrentamientos con los guardias de la prisión en respuesta a la ejecución de Reza Rasai, una presa política kurda de Yarsani.
Moradi se encuentra en huelga de hambre indefinida desde el 10 de octubre, Día Mundial contra la Pena de Muerte.
Se han celebrado dos sesiones judiciales en su caso en la Sección 15 del Tribunal Revolucionario Islámico de Teherán, presididas por la jueza Salavati.
Azizi, una trabajadora social de Mahabad, provincia de Azerbaiyán Occidental, fue condenada a muerte y a cuatro años más de prisión el 23 de julio por cargos de “insurrección armada” (baghi) y “pertenencia a grupos de oposición”, después de pasar un año detenida.