La ministra de Igualdad del Estado español, Irene Montero, ha hecho públicas las medidas contempladas en la nueva ley del aborto, una ley que por un lado recupera derechos conquistados años antes en el país y, por otro, sienta un precedente al contemplar las dismenorreas como motivo de baja laboral. El anteproyecto de la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo ha sido aprobado por el Consejo de Ministros esta semana.

Esta nueva ley permitirá que las mujeres puedan interrumpir voluntariamente su embarazo en las 14 primeras semanas a partir de los 16 años de edad sin necesidad de permiso paterno o materno, algo que ya fue aprobado en el Estado español en 2010 con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero pero que, posteriormente, derogó el gobierno de Mariano Rajoy. Además, el aborto pasará a ser considerado un servicio de urgencia, asegurando que pueda realizarse en centros públicos cercanos al domicilio de las mujeres en un intento de poder fin a los desplazamientos de cientos de kilómetros a los que muchas veces se veían forzadas, tratando además de evitar el recurso de las clínicas privadas y sus costes asociados.

También, la nueva ley del aborto incluye la baja laboral por menstruaciones dolorosas e incapacitantes. Esta medida, que ha causado un gran revuelo, permitirá que el motivo de unas bajas que ya se venían solicitando quede contemplado, algo que entre cosas permitirá realizar estadísticas oficiales al respecto. La baja sólo se podrá obtener si la prescribe un médico y tendrá una duración de entre tres y cinco días como máximo. Además, estará financiada enteramente por el Estado desde el primer día, no teniéndose que hacer cargo de los costes las empresas.

Finalmente, cabe destacar que la gestación subrogada será tipificada como explotación reproductiva y una forma de violencia contra la mujer en la nueva ley, quedando prohibida la publicidad de estas agencias en todo el Estado español.