Desde Rojava: la Revolución de las Mujeres del siglo 21
La Revolución de las Mujeres en Kurdistán, tiene como contraseña una sonrisa y como gesto que la define un abrazo.
La Revolución de las Mujeres en Kurdistán, tiene como contraseña una sonrisa y como gesto que la define un abrazo.
La Revolución de las Mujeres en Kurdistán, tiene como contraseña una sonrisa y como gesto que la define un abrazo. No se trata de una consigna ni de un manifiesto, aunque también la embellecen consignas como ¡Jin, jiyan, azadi! (¡Mujer, vida, libertad!) y tiene claros posicionamientos políticos definidos que la fundamentan. Como sucede en las revoluciones verdaderas, cada palabra está cargada de sentidos y acciones que se realizan en la vida misma.
Abdullah Öcalan, su líder, (nombrado por su pueblo como Rêber Apo) lleva más de 26 años en prisión. Fue detenido como resultado de la cooperación entre la CIA, el MIT (servicios inteligencia turcos) y el MOSSAD de Israel, el 15 de febrero de 1999. Desde entonces quedó preso y aislado en la isla de Imrali. Sin embargo, permanece activo, lúcido, y recientemente ha realizado una propuesta de paz que está cambiando las posibilidades de vida de los pueblos de Medio Oriente. La propuesta política de Confederalismo Democrático formulada por Rêber Apo, no propugna como en las revoluciones clásicas del siglo 20 la toma del poder y la ocupación o la creación de un nuevo Estado, sino la creación desde abajo de poder popular, con un modelo plurinacional y pluriétnico, ecologista, con protagonismo de las mujeres, y democracia comunal, de base. Es éste el camino que las mujeres kurdas ya están realizando en el Norte y Este de Siria, a partir de la Revolución de Rojava.
El pueblo kurdo hoy tiene más de 45 millones de habitantes en un territorio que abarca regiones de cuatro países: Irán, Irak, Siria y Turquía, con una gran cantidad también en el exilio, producto de las guerras, saqueos y desplazamientos sufridos. Es un lugar estratégico de Medio Oriente, una región con bienes comunes como petróleo y agua. Por eso está en la mira de los poderosos que promueven la Tercera Guerra Mundial.
Zozan Sima, integrante de la Academia de Jineolojî (ciencia de las mujeres), explica así: “En Medio Oriente hay problemas muy importantes por el nacionalismo, el fundamentalismo religioso, el sexismo contra las mujeres. Un aporte muy importante es la cuestión de las mujeres, porque en Medio Oriente, con la situación feudal y fundamentalista religiosa, además de todos los planes de los estados coloniales, quienes más enfrentan dificultades son las mujeres. Rêber Apo definió que la Revolución de Kurdistán debe ser la revolución de las mujeres. No es un slogan, sino que lo ha desarrollado en su organización, en su pensamiento. Al día de hoy encontramos la ciencia de las mujeres, Jineolojî, una guerrilla de mujeres, un sistema político con protagonismo de las mujeres. Tanto a nivel teórico como práctico, creó condiciones para que la revolución de Kurdistán pueda ser la Revolución de las mujeres”.
Alina Sánchez (Lêgerîn Çiya) en la memoria
Llegar a Rojava es una experiencia única. En distintas ciudades, una delegación de mujeres de Abya Yala fuimos recibidas por integrantes de Kongra Star, Confederación del movimiento de mujeres fundada en 2005, una de las principales organizaciones de mujeres de ese territorio, y por distintas organizaciones de distintas nacionalidades e identidades.
El primer momento luego de nuestra llegada, fue la visita al cementerio de mártires, donde fue sembrada Alina Sánchez (que tomó el nombre en Kurdistan de Lêgerîn Çiya), médica argentina formada en la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba (ELAM), que viajó a Kurdistan como militante internacionalista, y falleció en un accidente automovilístico el 17 de marzo de 2018, cuando iba a asistir a heridos y heridas en los enfrentamientos. Prácticamente todos los días Alina-Lêgerîn fue recordada en diferentes diálogos. Es parte de esa Revolución, así como de nuestra genealogía feminista e internacionalista.
Zozan Sima nos decía al recibirnos: “La calidez que sentimos desde Abya Yala es especial, porque hay muchas cosas que se parecen: los sufrimientos, la ocupación, la colonización que hemos vivido, y también la fuerza de lucha, que toma su base de la historia. Miramos de esta manera, que hubo un gran error en los revolucionarios del siglo XIX y del siglo XX. Siempre estas revoluciones buscaron, desde afuera, dar una nueva forma a la sociedad. En nuestra revolución, y vemos esto en las otras, hay valores socialistas y revolucionarios, valores feministas y valores ecológicos, que no es que vengan de afuera. Es posible que no se nombren de esta manera, se nombran de diferentes formas. Nuestro papel como revolucionarias es sacar esta cortina que ha sido impuesta. Este cemento que se ha puesto por encima, lo tenemos que levantar. Porque esto ha sido construido a partir de los colonizadores, del patriarcado, de la ocupación. Pensamos que nuestra conexión con Abya Yala no es solo por los dolores y los sufrimientos que hemos vivido, sino también porque nuestra comprensión de la lucha de los pueblos es similar. Por eso, en un tiempo muy corto, se ha hecho un vínculo tan fuerte. En 2012, conocí a heval (compañera) Lêgerîn en las montañas. En ese momento ella nos hizo una crítica. Dijo “¿por qué un movimiento revolucionario tan grande como vosotras, por qué no conocéis a las revolucionarias de Abya Yala?”. Al mismo tiempo se hizo una autocrítica. Dijo “¿por qué nosotras, hasta ahora, no hemos creado un vínculo con ustedes?”. Después de eso hizo una promesa, y con esta promesa doy significado también a vuestra llegada. Ella dijo “entre estos pueblos, tiene que crearse un puente”. Por eso, recibimos su llegada con este sentimiento, de que este sueño de heval Legerin se ha cumplido. Nos vemos en ustedes también”.
Sakine, en la fundación del Movimiento de Mujeres de Kurdistan
Una de las mujeres artífice de este movimiento desde su origen, tanto del partido de trabajadores de Kurdistan –el PKK- como del Movimiento de Liberación de las Mujeres de Kurdistan, ha sido Sakine Cansiz, conocida como Sara, asesinada en Paris el 9 de enero de 2013, junto a Fidan Doğan y Leyla Şaylemez, dos jóvenes dirigentes del Movimiento, en una ejecución organizada por la inteligencia turca (MIT). El feminicidio político de Sara sigue provocando indignación y dolor. El poder cree que el crimen es el único camino para que sus ejemplos no alcancen a miles de mujeres. Sin embargo, los corazones laten más fuerte con la memoria de tantas compañeras cuya ausencia nos compromete e invita a continuar la lucha, porque son ejemplo y camino. En el diálogo sostenido con Azime, dirigente histórica del Movimiento de Mujeres de Kurdistán decía: “La compañera Sakine era una mujer muy bonita, también físicamente. Era una mujer muy especial en la organización. Era militante del PKK. Si algo no aceptaba, peleaba. Peleaba con los hombres, con las mujeres, todo lo que pensaba se lo decía a Reber Apo. Estuvimos mucho con ella. Cada mañana se levantaba, hacía deportes a las 7 y media, vivía con la naturaleza. Comía la manzana, y se pasaba la piel de la manzana por la cara. Era muy fuerte en el aspecto organizativo, en sus relaciones con la gente. Amaba mucho a las compañeras, jóvenes, mayores, de Europa, de América Latina, árabes. Amaba mucho al ser humano. Nunca aceptó la vida clásica de quedarte en casa. Así era ella”.
Sakine, fue dirigente del PKK, fundadora del Movimiento de Liberación de las Mujeres, y parte de la guerrilla. Vivió con una entereza sin igual la cárcel, la tortura. Afrontó el trabajo diplomático necesario para intervenir en un mundo que negaba la existencia misma del pueblo kurdo, y en esas circunstancias fue asesinada. Y sigue viviendo.
Raqqa, capital del horror
Uno de los momentos conmovedores fue la visita a Raqqa, ciudad que en enero de 2014 fue ocupada por el terrorista Estado Islámico (ISIS), sometiendo a toda la población, y especialmente a las mujeres a violentas condiciones de terror y humillación. Crímenes, cuerpos descuartizados, violaciones, fue el cotidiano vivido durante la ocupación de ISIS, hasta el momento que Raqqa fue liberada por las Fuerzas Democráticas de Siria, (conformadas por las milicias kurdas de YPG –Unidades de Protección del Pueblo, e YPJ –Unidades de Protección de las Mujeres-, milicias árabes y de otras nacionalidades, el 19 de octubre de 2017).
La liberación de Raqqa fue liderada por las guerrilleras kurdas de las YPJ, dirigidas por la comandante Nesrin Abdullah, dando un golpe demoledor a ISIS. Hoy a pesar de las muchísimas dificultades, se está construyendo una nueva sociedad, con el paradigma del Confederalismo Democrático y la convivencia entre los distintos pueblos. Se crea una nueva vida, y se sanan los dolores en comunidad.
La nueva realidad de Siria: desafíos para la Revolución de las Mujeres
El 4 de abril se celebró el 12° aniversario de la formación de las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres), fundadas en 2013, y el 76° aniversario del nacimiento de Abdullah Öcalan. Debido a estas fiestas, el pueblo kurdo, y particularmente las mujeres, realizaron fiestas donde no faltó el baile, el canto, el desfile, la rebeldía, la alegría. Participamos de estas hermosas fiestas en la sede misma de las YPJ, en el pueblo, e incluso en la aldea de mujeres Jin War, donde viven solo mujeres, niñas y niños, que organizaron distintos números artísticos exquisitos, y juegos.
Pudimos dialogar también sobre la nueva realidad política, con Rohilat Afrin, Comandante General de las Fuerzas de Defensa de las Mujeres. Ella explicó con claridad la situación que atraviesa Siria, después de la caída del régimen del Baaz, el 8 de diciembre de 2024, caracterizando al nuevo régimen liderado por el grupo fundamentalista Hay’at Tahrir Al-Sham (HTS), como remanente de las fuerzas fundamentalistas de ISIS. Las YPJ denunciaron que el golpe de estado realizado por el nuevo régimen es de extrema violencia contra las mujeres, y que sus autores cometieron crímenes de lesa humanidad, en particular contra el pueblo alauita. Señaló a este medio Rohilat Afrin: “En este contexto hay muchos caos, muchas confusiones. Esto tiene partes positivas y partes negativas que funcionan paralelamente. Especialmente la situación de Siria ha cambiado en relación a los 50 años anteriores, después de la llegada del gobierno del HTS a Damasco. Con este nuevo gobierno la situación es más caótica. Se puede ver cómo va a intensificarse la crisis en la sociedad. Este sistema no quiere igualdad, no quiere diversidad, no quiere democracia. Con la llegada de la administración del HTS, todas las voces del pueblo sirio se han hecho una. Sobre todo las mujeres se están levantando en contra de este sistema, y si este sistema no cambia no es posible de que continúe de una forma normal. Si no se reconoce la diversidad de Siria, si no se solucionan los problemas con métodos democráticos, si el liderazgo de las mujeres es negado, el futuro de la administración del HTS estará en peligro. Nosotras queremos una Siria democrática. Hay una dura lucha delante de nosotras para que sea así. Por otro lado, las intervenciones que hay desde fuera de Siria, se hacen con la lógica del Estado. Quieren que en Siria se desarrolle una situación sin calma. Los principales motivos que no permiten la paz en Siria son los ataques de Turquía, y todas las bases militares del Estado turco que hay en Siria. Esto lleva como consecuencia una inconsistencia. No se puede crear algo consistente, hay siempre esta situación caótica de inconsistencia en nuestro país, y esto no permite que Siria pueda ser democrática. Solo con la salida de estas fuerzas podremos crear una Siria democrática”.
Zilan, integrante de la Academia de Jineolojî, explicaba así el proceso que se está viviendo en la última década. “A partir del 2011, por un lado, se vive una guerra civil en Siria. A su vez en la zona de Rojava, se inicia una revolución frente al impacto del capitalismo y del neoliberalismo que impregna a la sociedad siria. Se vive una guerra cultural y una guerra paradigmática, no solo a nivel de los ejércitos, sino también de las mentalidades. En ello podemos ver la base de la mayoría de los problemas sociales que se viven desde entonces. Uno de los problemas más grandes que vivimos, es que por un lado hay mucha esperanza, pero por otro lado hay mucha oscuridad, sobre todo en las nuevas generaciones. Muchos no ven su futuro aquí, ven su futuro buscando salir, da igual a donde sea. Es uno de los principales problemas con los que nos encontramos. Esto es porque por un lado hay una revolución, y por primera vez en la vida de estas personas pueden levantarse con su bandera, con sus colores, con su lengua, con su cultura y autogobernarse por sí mismos, pero por otro lado hay una guerra, intervenciones desde afuera, y diferentes situaciones que hacen que haya una falta de recursos. Entonces están llevando a cabo una revolución, están construyendo su propio sistema, pero a la vez se les quita los recursos que tienen de sus manos. No encuentran la forma de traer el pan a la casa con alegría. Por otro lado nos encontramos con la dificultad de que aquí la base de nuestro sistema son las comunas. Éstas se fundamentan por las relaciones sociales y por la memoria que existe de vivir juntas, pero por la guerra y el desplazamiento que la guerra supone, la gente llega desde otras zonas. Esto implica que personas con diferentes culturas, que no hablan el mismo lenguaje, que no comparten la misma cultura, tengan que convivir. Eso lo que trae es un cambio en los fundamentos de la sociedad que dificulta más el poder organizarse de esta forma de comuna”.
Frente a estas y más dificultades, encuentran el camino en la formación de conciencia, en la educación popular. La histórica dirigente Azime concluye sus reflexiones sobre el rol de las mujeres en la Revolución: “Nosotras, las mujeres somos sacrificadas, no somos como los hombres. Los hombres son muy individualistas, muy egoístas. Las mujeres no somos así. Las mujeres hacen esfuerzo, son más cálidas. Tenemos estas características históricas. Cuando trabajamos ¿para qué es? Porque queremos vivir dignamente, conscientemente. La guerrilla también es así, en las montañas de Kurdistán. Todas las compañeras mujeres que son jóvenes en las montañas ¿para qué resisten tanto? Es porque tienen una conciencia, tienen una creencia, tienen un espíritu limpio. Las mujeres no funcionan por los intereses, sino que lo que queremos es una vida bonita, buena. No queremos demasiado, pero los hombres nos sacan los ojos. No dejan que respiremos. Nosotros queremos nuestros derechos, queremos vivir en igualdad de condiciones. Esta es una lucha que tenemos que hacer juntas, no podemos hacerlo solas. Si en un sitio los pueblos de Abya Yala sufren, nosotras no podemos ser libres. Tenemos que ser libres juntas, todos los pueblos. El pueblo kurdo vive dificultades, el pueblo palestino vive dificultades, los pueblos en África viven dificultades. ¿Cómo vamos a ser libres? Donde haya una herida en el mundo, no podemos estar tranquilas. Necesitamos una libertad verdadera. Antes de nada tenemos que aprender a vivir juntas en una misma habitación. Estoy contenta. Vamos a trabajar más, a compartir nuestras experiencias, a fortalecer nuestros compañerismos, a ser sensibles entre nosotras. Nos vamos a sentir, nos van a ayudar, lo que haya en Argentina, en Abya Yala, nosotras desde aquí vamos a ser sensibilizadas”.
De regreso de Rojava, bailan los saberes, los sabores, los afectos, de las mujeres de todos los tiempos. La Revolución, cuando se vuelve algo más de un sueño, es un camino, una esperanza, una realidad que nos sacude la conciencia, que nos marca la piel, que nos acaricia el corazón. Además de compartirla, necesitamos reinventarla en nuestros territorios, y para eso, cuidar nuestros ríos, nuestras tierras, nuestros cuerpos, nuestras vidas. Mujer, vida, libertad, es una promesa, pero también es memoria ancestral. El amor revolucionario, en Kurdistán, tiene su refugio. Resistir las amenazas, defender Rojava, cuidar a las guerrilleras, garantizar que la paz no arrebate los logros, no puede ser tarea solo de un pueblo, sino esfuerzo colectivo: sembrar el horizonte y el terreno de la revolución del siglo 21.
FUENTE: Claudia Korol / Las12 / Página12 / Edición Kudistán América Latina