La toma de Alepo por parte del HTS, sucesor de Al Nusra, en una invasión orquestada por Turquía, abrió una nueva página en la historia de conflictos en Siria. El HTS avanza ahora sobre Hama y Homs, aunque por el momento sólo se producen ocasionales enfrentamientos entre los yihadistas y el ejército sirio. Siria ha vuelto a ser escenario de luchas internacionales por el reparto de la guerra. El Estado turco tiene en la mira especialmente la ciudad de Manbij, considerada un importante centro cerca de la frontera turca y a orillas del Éufrates.

La ciudad multiétnica era un centro estratégico para el ISIS. Manbij se utilizaba para introducir yihadistas, armas y logística en el país, mientras que el ISIS suministraba petróleo a Turquía a cambio. Tras la liberación por parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) en 2016 en una ofensiva a gran escala, el centro regional del régimen de terror del ISIS se transformó en una ciudad caracterizada por la coexistencia democrática y multicultural. Paso a paso, el paradigma de la liberación de la mujer también se implementó en Manbij. El régimen del AKP/MHP en Ankara vio la derrota del ISIS en Manbij como su propia derrota. Si bien Ankara no hizo nada contra el ISIS en Manbij e incluso lo apoyó con todas sus fuerzas, no ha habido un momento en los ocho años transcurridos desde la liberación en que no haya habido ataques o amenazas del Estado turco y sus mercenarios. Por lo tanto, es lógico que el Estado turco esté utilizando la situación actual para ocupar también Manbij, destruir la administración autónoma y expulsar a la población kurda. Desde la invasión de Alepo el 27 de noviembre, los ataques a Manbij se han intensificado y ampliado.

El Estado turco parece querer repetir en Manbij la invasión de Alepo, en la que la ciudad fue entregada a los yihadistas sin luchar. Este ataque se prepara mediante una intensa guerra psicológica. Se difunde el mensaje de que la ciudad ha sido abandonada y que el consejo militar de Manbij se ha retirado. Sin embargo, ocurre lo contrario. Los rumores tienen como objetivo asustar a la población y hacerla huir del cantón.

En particular, los medios de comunicación estatales turcos difunden estos rumores con la ayuda de sus "corresponsales" destinados en el territorio ocupado de Jarablus. ANF ha realizado grabaciones en Manbij que muestran la situación real en la ciudad. Las imágenes muestran claramente que, a pesar de la desinformación y las amenazas de ataque, la vida continúa. Las calles y los barrios están animados y las fuerzas de autogobierno y de seguridad interior están activas, mientras que el consejo militar asume la defensa exterior del cantón.

El consejo militar de Manbij responde en repetidas ocasiones a los intentos de los mercenarios leales a Turquía de entrar en los pueblos de la parte occidental del cantón. En los últimos días, más de diez atacantes han muerto en enfrentamientos de este tipo. Ayer mismo, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) informaron de que se había repelido un ataque en Manbij cerca de Dêr Hafirê. Varios yihadistas también resultaron muertos y heridos en el proceso. Las SDF afirmaron que los consejos militares de Manbij y Tabqa están preparados para defender la región contra todos los ataques. Los habitantes de Manbij dijeron a ANF que este tipo de ataques se llevan produciendo desde hace ocho años y que, a pesar de ello, han construido y organizado su vida en el cantón.

Sin embargo, la propaganda de guerra especial muestra que Manbij está en la mira de la invasión turco-yihadista y que un posible ataque de gran envergadura es inminente. Por ello, la solidaridad internacional con Manbij es especialmente importante, ya que el apoyo moral y práctico es una forma importante de romper la guerra psicológica y fortalecer la resistencia.