El Consejo del Cantón de Hesekê declaró ayer el estado de emergencia después de que el estado turco cortara el agua del río Éufrates. El ayuntamiento afirmó que distribuirá agua a los ciudadanos a través de cisternas. El estado turco, que redujo el agua del río Éufrates, también cerró la estación de agua Allouk (Elok) en Serekaniye.
"El problema no es la electricidad"
"El estado turco había citado anteriormente la electricidad como una razón. Sin embargo, la Administración Autónoma proporcionó suficiente energía para hacer funcionar la estación de Allouk. Los grupos utilizan la electricidad proporcionada a la estación de Allouk para otros lugares. Por lo tanto, la estación no recibe suficiente electricidad", explicó Jozêf Lehdo, copresidente adjunto del Consejo de Administración Autónoma del Norte y Este de Siria.
"Turquía no cumple los acuerdos"
Lehdo calificó la guerra del agua librada por el estado turco contra el norte y el este de Siria como inmoral e inhumana.
"Usando métodos sucios, el estado turco pone en peligro la vida de las personas", denunció Lehdo, y agregó que esta guerra también afecta negativamente a Irak. "El estado turco permite 200 metros cúbicos de agua en lugar de 500 metros cúbicos por segundo. Las zonas agrícolas también se ven afectadas negativamente", agregó.
“La comunidad internacional permanece silenciosa"
Lehdo declaró que el estado turco ha violado las convenciones internacionales. Señaló que no se ha proporcionado la cantidad de agua que se supone que se debe dar a Siria e Irak.
“¿Por qué la comunidad internacional y las organizaciones de salud permanecen en silencio mientras se supone que deben rechazar esto? También condenamos la actitud de las organizaciones internacionales", agregó Lehdo.