Cinco personas resultaron gravemente heridas el viernes en la explosión de una mina en el cantón de Afrin-Shehba. Según las fuerzas de seguridad, las víctimas, que pertenecen a una misma familia, son cuatro adultos de entre 20 y 50 años y un niño de dos años. Sufrieron heridas de diversa gravedad y están siendo tratados en el hospital de Avrîn. Según la clínica, su estado es crítico.

La mina, que supuestamente fue dejada por el ISIS, fue detonada el viernes en la localidad de Til Qerah, situada en el distrito de Ehras, al sur de la ciudad de Tel Rifat. En la zona hay varios campamentos de refugiados establecidos por la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria para los desplazados de Afrín.

En la región de Shehba son frecuentes las explosiones con una elevada tasa de mortalidad. El territorio, de aspecto desértico, ha sido minado y sembrado de trampas explosivas por los yihadistas. No es raro que las víctimas sean niños y jóvenes. Una gran parte de la región al este de Afrín, aislada del mundo exterior porque la zona circundante está controlada por Siria, Turquía y milicias proturcas, estuvo bajo la ocupación del ISIS entre 2013 y 2015. La situación se volvió especialmente dramática en 2018, cuando cientos de miles de personas huyeron de Afrín a Shehba tras la invasión turca.

Desde que las YPG/YPJ liberaron Shehba, el Comité de Agricultura de la Administración Autónoma ha logrado limpiar grandes áreas, especialmente tierras residenciales y agrícolas, de los restos del ISIS. Sin embargo, los proyectos de desminado se ven obstaculizados por los continuos ataques de las fuerzas de ocupación turcas.