Fuerzas militares se movilizan para hacer frente a la crisis del agua en Heseke

Millones no tienen acceso a agua potable después de que el estado turco y sus mercenarios cortaran el suministro de la estación de Alouk, que el estado turco utiliza como elemento de presión contra la Administración Autónoma del Noreste de Siria.

El estado turco invasor continúa utilizando el agua como herramienta de guerra contra el pueblo del noreste de Siria después de que sus planes de invasión contra la región fueran frustrados. Los invasores, que utilizan el agua para ejercer presión económica sobre la Administración Autónoma, se dirigen principalmente a la estación de Alouk y al río Éufrates.

El estado turco y sus mercenarios han estado cortando el agua que llega al cantón de Hesekê desde la estación de Alouk (Elok) durante más de dos años. Aunque se han hecho acuerdos para la entrega de agua a Hesekê, el estado turco y sus mercenarios los violan constantemente.

Millones de personas en el cantón de Hesekê han estado sufriendo por la falta de agua después de que las fuerzas de ocupación cortaron el suministro de la estación de Alouk, que solía ser la principal fuente de agua potable de la región de Hesekê antes de la invasión en octubre de 2019 y ha estado bajo el control de las fuerzas de ocupación desde entonces. El estado turco cortó el suministro al menos 36 veces como medio de guerra especial.

El 3 de julio, la Dirección de Agua del cantón de Heseke declaró zona de desastre a todas las ciudades, distritos, pueblos y localidades del cantón debido a los continuos cortes de agua. Las aldeas de Til Temir, así como los campamentos de Washokani y Serekaniye también están incluidos en la zona del desastre. La Dirección del Agua señaló que la continuación del desastre es el resultado del acuerdo de Rusia, Turquía y el régimen sirio para sofocar a la gente en el noreste de Siria y aniquilar su experiencia democrática.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG) y las Unidades de Defensa de la Mujer (YPJ) han tomado medidas para abordar el problema del agua en Heseke. Las y los combatientes distribuirán agua de 40 camiones cisterna a la gente.

Egîd Dirbêsiyê, quien coordina la distribución de agua, informó: “Nuestras fuerzas de defensa han asumido la responsabilidad de resolver la crisis de agua que experimentan los residentes de Heseke. Estamos listos para participar en cualquier actividad que sirva a los residentes de la ciudad. Somos los hijos de esta región y es nuestro principal deber servir al pueblo”.

Dirbêsiyê señaló que la distribución de agua se llevará a cabo en cooperación con los municipios y los consejos vecinales, y agregó: “Nuestras fuerzas están discutiendo constantemente sobre formas de ayudar a la gente y reducir su carga”.

Mientras tanto, se han iniciado actividades en Qamishlo y Deir ez-Zor para apoyar a la gente de Heseke y las aldeas afiliadas que se han enfrentado a una crisis de agua desde que el estado turco cortó el agua de la estación de Alouk.

Antecedentes

El corte del agua del río Éufrates, en el área de Siria, por parte de Turquía comenzó en 2017. Desde entonces, el agua se ha cortado de vez en cuando. Pero desde el 27 de enero de 2021, el estado turco ha estado cortando el agua sistemáticamente.

El estado turco ha estado liberando solo 200 metros cúbicos de agua por segundo en lugar de 500 metros cúbicos. Esto viola el protocolo de 1987 entre Siria y Turquía.

El nivel del Éufrates ha bajado mucho debido a que el agua estuvo cortada durante 30 meses. Los lagos detrás de tres presas en el río Éufrates en Siria, la mayor de las cuales es la presa del Éufrates en Tabqa, han disminuido significativamente.

Si bien el embalse de la presa del Éufrates contiene 14.500 millones de metros cúbicos de agua, recientemente ha disminuido en 4.000 millones de metros cúbicos debido a la disminución del agua del sur de Kurdistán. El agua liberada por el estado turco no es suficiente para cubrir las necesidades de agua potable, riego y generación de electricidad en la región.

La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria ha pedido a las potencias internacionales, los gobiernos de Damasco e Irak, que presionen a Turquía para que actúe de acuerdo con el derecho internacional y no robe la parte del agua del Éufrates que le corresponde a Siria e Irak. Sin embargo, los gobiernos de Damasco y Bagdad guardan silencio y no toman ninguna postura contra el estado turco.

El gobierno iraquí también declaró recientemente que las reservas de agua del país estaban vacías y que el agua de Turquía, Siria e Irán era menos del 70 por ciento de la porción anterior.