El escenario del verano pasado en el norte de Siria se repite: todos los días, las fuerzas de ocupación yihadistas turcas incendian campos cultivados y plantaciones para matar de hambre a la población.

El ejército turco ocupante y los mercenarios aliados incendiaron los campos en las aldeas de Til Temir (Tal Tamr) el sábado por la mañana con fuego de artillería. Las aldeas afectadas son Erîşa, Dawidiyê, Sîbatiyê, Ezîziyê, Reyhaniyê, Qasimiyê y Um El-Kêf.

Las llamas se han extendido a las tierras agrícolas en los pueblos de los alrededores.

Los escuadrones de bomberos y la gente local no pueden apagar el fuego debido a los ataques en curso durante dos días.

El incendio intencionado en las áreas del norte de Siria es parte de la estrategia de ocupación turca. Se quiere que la gente de la región autónoma sea hambrienta, desmoralizada y expulsada. En el distrito Sherawa de Afrin, un hombre de 22 años resultó herido de muerte el viernes durante las operaciones de extinción de incendios. Su muerte es uno de los innumerables crímenes de guerra cometidos por el estado turco y sus tropas auxiliares yihadistas contra la población civil en el norte y este de Siria, que han sido aprobados de facto por la comunidad internacional.

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