El número de niños/as desnutridos en el noreste de Siria ha aumentado en más del 150 % en el último medio año, con al menos 10.000 menores más que ahora enfrentan desnutrición que en los seis meses anteriores, según nuevos datos.

El personal de Save the Children informó que la cantidad de niños desnutridos examinados en sus 19 centros de nutrición en campamentos en el noreste de Siria y en entornos comunitarios se cuadruplicó, de 256 a más de 1000, lo que confirma la misma tendencia de empeoramiento.

La especialista en nutrición de Save the Children, Sara Ali, declaró: “Cada día tenemos que lidiar con más niños desnutridos que el día anterior. La desnutrición es una amenaza para la vida de ellos. La pobreza y la incapacidad para pagar los alimentos son las principales razones por las que las familias dan para este aumento”.

En los últimos tres años, la combinación de conflicto, sequía, la crisis financiera libanesa y la pandemia de COVID-19 han provocado una caída libre de la moneda siria a niveles históricamente bajos.

Si bien el ingreso familiar promedio no ha aumentado, los precios de los alimentos se dispararon casi un 800 % entre 2019 y 2021 y continúan aumentando en 2022. Esta suba masiva de precios está obligando a un número cada vez mayor de personas a pasar hambre. 

Maha, de 30 años, trabaja como recolectora de desechos y lucha para llegar a fin de mes para alimentar a sus cinco hijos, incluido el más pequeño, Ameen, que está desnutrido. “La guerra trajo hambre extrema con ella. Antes, nunca teníamos que preocuparnos por la disponibilidad de alimentos, a pesar de que entonces también éramos pobres", denunció.

“A veces nos saltamos comidas para guardar algo para comer para el día siguiente. No recuerdo la última vez que mis hijos comieron carne o dulces. A veces tienen antojo de carne y me piden que les traiga un poco. Les miento, diciendo que lo haré al día siguiente. No tendrán nada que comer si lo hago. Nuestro desayuno es siempre té y pan solamente”, relató

Beat Rohr, director interino de la Oficina de Respuesta de Siria, agregó: “Después de casi 12 años de conflicto en Siria, el empeoramiento de la situación económica se ha convertido en el principal impulsor de las necesidades, a pesar de los continuos conflictos armados en muchas partes del país. Actualmente, al menos el 60 % de la población padece inseguridad alimentaria y la situación empeora día a día”.  

Save the Children hace un llamado a las y los donantes para que intensifiquen los esfuerzos para abordar la crisis del hambre y aliviar sus devastadores impactos en los niños/as, diciendo: “Si bien diferentes organizaciones están trabajando para proporcionar alimentos a los grupos más vulnerables, los recursos disponibles no son suficientes para asegurar que todos los niños tienen acceso a una nutrición equilibrada que es esencial para su salud y crecimiento. La comunidad internacional debe aumentar urgentemente la disponibilidad de alimentos suficientes para las poblaciones más afectadas”.

Save the Children también hace un  llamado a los líderes que se  reúnen en Egipto para la cumbre sobre el cambio climático COP27 para reconocer los impactos climáticos que ya afectan a las comunidades y los niños en todo el mundo, como la sequía en el noreste de Siria, en particular los de países de bajos ingresos y los que están afectados por la desigualdad y la discriminación.