Otros tres civiles fueron secuestrados en Afrin, ocupada por Turquía
El ejército turco y los mercenarios aliados continúan sus violaciones en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, ocupada desde 2018.
El ejército turco y los mercenarios aliados continúan sus violaciones en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, ocupada desde 2018.
Según informes desde el territorio, la agencia de inteligencia turca (MIT) y la Policía Militar, el aparato criminal paramilitar establecido en la zona de ocupación, secuestraron a otras tres personas el 7 de septiembre.
Los civiles secuestrados son Selah Ehmed, de 50 años, de la aldea de Sêmala Meydankê, en el distrito de Rajo, y dos de ellos son hermanos, llamados Mihemed Mehmûd Osman (38) y Mehmûd Mehmûd Osman (34).
Se ha informado de que dos hermanos fueron secuestrados de sus casas en el barrio de Ashrafiyah de Afrin. Se desconoce su destino.
El Estado turco estableció un régimen de terror total en Afrin, que ocupó en 2018.
Según el Centro de Documentación de Violaciones, al menos 28 personas fueron secuestradas en Afrin en julio, 30 en mayo y al menos 40 en junio.
Según la Organización Siria de Derechos Humanos, al menos 10.332 personas fueron secuestradas y 463 personas fueron asesinadas entre 2018 y abril de 2024.
El cantón de Afrin era el cantón más occidental de Rojava y del norte y este de Siria, hogar de 200.000 kurdos étnicos. Aunque la población era mayoritariamente kurda, era el hogar de diversos grupos religiosos, como yazidíes, alevíes y cristianos, junto con musulmanes suníes.
El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos contra 100 localidades de Afrin, como inicio de una invasión que denominaron "Operación Rama de Olivo".
La Fuerza Aérea turca bombardeó indiscriminadamente a civiles, así como a posiciones de las YPG/YPJ, mientras que facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía llevaron a cabo un asalto terrestre.
Para el 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la habían sometido a un bombardeo de artillería. Un ataque aéreo turco alcanzó el único hospital en funcionamiento de la ciudad, matando a 16 civiles.
Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y el 18 de marzo Turquía estaba en posesión de facto de Afrin. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión, en su inmensa mayoría como consecuencia de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente en el campo de batalla.
Antes de la invasión turca, Afrin había sido una de las zonas más pacíficas y seguras de Siria, y prácticamente nunca había entrado en combate durante la guerra civil, pero sí ocasionales escaramuzas entre las YPG/YPJ y las fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció refugio pacífico a más de 300.000 desplazados internos de otras partes de Siria.