En la región de Afrin se cometen crímenes de guerra sistemáticos desde el inicio de la invasión. Casi cada día se llevan a cabo crímenes como la confiscación de bienes, raptos, torturas o ejecuciones.
Según la información sobre el terreno, los mercenarios turcos de al-Waqas secuestraron a dos civiles llamados İbrahim Ebdo y Zekeriya Mihemed el pasado 9 de noviembre en el distrito de Shiye, en Afrin.
Los mercenarios han pedido 3 millones de liras sirias a sus familiares por cada uno de ellos.
En la población de Kebashin, en el distrito de Sherawa, los mercenarios turcos de Faylaq al-Sham secuestraron a 5 civiles llamados İsmail Cimo Heyder, Hisên Ebdo Mihemed, Xesan Lûeyî İso, Dahêr Silêman Ebid y Mihemed Ebdilqadir Hındî el pasado 12 de noviembre. Según fuentes locales, estos civiles habrían sido llevados a un centro de detención en la población de Iskan, en el mismo distrito de Sherawa.
El 12 de noviembre, los mercenarios turcos secuestraron a Ferhad Şêx Ebdî, quien se encontraba en su puesto de trabajo en el centro de Afrin.
Por otro lado, los mercenarios de Sultan Murad han destruido el cementerio de Til Midewir en la población de Qeregul, en el distrito de Bilbile, y talado todos los árboles de la zona.
Afrin se encuentra bajo la ocupación del Estado turco y sus mercenarios desde hace algo más de un año. Los ataques del Estado turco contra Afrin comenzaron el 20 de enero de 2018 y la invasión de la ciudad se completó el 18 de marzo de 2018. Desde entonces, se han cometido sistemáticamente crímenes de guerra en la región. Casi cada día se llevan a cabo crímenes como la confiscación de bienes, raptos, torturas o ejecuciones de civiles.
Miles de civiles han sido secuestrados en el territorio ocupado de Afrin desde el comienzo de la invasión. La mayor parte de estos civiles han sido torturados, y muchos brutalmente ejecutados.
Según la Organización de Derechos Humanos de Afrin, 167 hombre, 28 mujeres y 32 niños han sido asesinados desde el comienzo de los ataques de invasión turcos contra Afrin el 20 de enero de 2018. Alrededor de 638 civiles han resultado heridos, de los cuales 87 son niños. La Organización de Derechos Humanos de Afrin también ha documentado alrededor de 6.000 secuestros, entre los que también se encuentran menores. Sigue sin conocerse el destino de 3.000 personas secuestradas.
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