UNICEF denuncia en su declaración que "Una vez más el suministro de agua de la estación de agua de Allouk en el noreste de Siria ha sido interrumpido. Esta es la última de una serie de interrupciones en el bombeo durante las últimas semanas".
La declaración añade: "La interrupción del suministro de agua durante los esfuerzos actuales para frenar la propagación de la enfermedad del Coronavirus pone a los niños y a las familias en un riesgo inaceptable. Lavarse las manos con jabón es fundamental en la lucha contra el COVID-19".
La estación es la principal fuente de agua para unas 460.000 personas en la ciudad de al-Hasskeh, Tal Tamer y los campos de al-Hol y Areesha. Se informó de que la decisión de interrumpir el suministro de agua ha sido tomada por Ankara.
"El acceso ininterrumpido y fiable al agua potable es esencial para garantizar que los niños y las familias de la zona no tengan que recurrir a fuentes de agua inseguras", dijo la organización infantil de la ONU, añadiendo: "UNICEF y sus aliados están apoyando a las familias de la ciudad de al-Hassakeh y de los campamentos de familias desplazadas con el transporte de agua en camiones cisterna, pero esto apenas cubre las necesidades mínimas si el suministro de agua se interrumpe de nuevo".