Kasım Fırat: “Es hora de una paz digna”

Kasım Fırat, evaluando el llamamiento de Abdullah Öcalan, afirma que el pueblo kurdo ha pagado un alto precio y exige una paz digna y un acuerdo adecuado.

MENSAJE ÖCALAN

Kasım Fırat, presidente de la Asociación Sheikh Said, evaluó los debates generados por el llamamiento de Abdullah Öcalan a la paz y una sociedad democrática y afirmó que todos los sectores del pueblo kurdo deben apoyar este proceso. Fırat enfatizó la importancia de respaldar a quienes lideran los esfuerzos y declaró: “La parte kurda ahora es plenamente consciente de este asunto; ha librado su lucha y posee el conocimiento, la experiencia y la capacidad para llevar a cabo negociaciones. Por lo tanto, todas las organizaciones kurdas, las esferas de lucha y todas las dinámicas de nuestro pueblo deben mantener esta honorable postura. Matar y negar no resolverá este problema”.

Fırat afirmó que el pueblo kurdo atraviesa un período muy delicado, y añadió: “Durante más de un siglo, el pueblo kurdo ha librado una resistencia honorable, ha pagado un alto precio y ha perdido a sus seres queridos. A pesar de estas duras condiciones, nuestro pueblo se mantiene firme. Gracias a su resistencia, ha forjado una postura digna, negándose a retroceder y aferrándose firmemente a su identidad y sentido de pertenencia. Hoy, el mundo también reconoce esta realidad. Matar, negar y aniquilar ya no resolverá este problema. En esta etapa, el establecimiento de los derechos, la justicia y la paz se ha convertido en una necesidad. El mundo de hoy lo exige, y también el pueblo kurdo”.

El pueblo kurdo es un pueblo ancestral y el verdadero dueño de estas tierras; su lucha es legítima y sus reivindicaciones justificadas.

Fırat enfatizó que quienes se dirigen al pueblo kurdo deben abordar este proceso con sensatez y visión de futuro, señalando que el panorama global ha evolucionado hacia la resolución de este problema. Afirmó: “El mundo ahora dice: ‘Reúnanse, dialoguen y encuentren una solución’. Una vida en común solo puede construirse sobre las bases de la justicia y la paz. Hemos llegado a este punto”.

Continuando con sus comentarios, Fırat añadió: “Este proceso debe llevarse a cabo con prudencia, pensamiento estratégico y conciencia de la dinámica global. El pueblo kurdo es un pueblo ancestral y el verdadero dueño de estas tierras; su lucha es legítima y sus reivindicaciones justificadas. Sin embargo, hoy en día, esto por sí solo no es suficiente. También deben tenerse en cuenta las fuerzas y estructuras que se oponen al pueblo kurdo. Debemos adoptar una postura realista, prudente y decidida en este proceso.

Esta paz debe construirse sobre los cimientos de los derechos, la justicia y el estado de derecho.

Hoy, la gente se une por la paz. Tanto los kurdos como sus homólogos deben aceptar este proceso y transitarlo con sabiduría y responsabilidad. Este camino debe recorrerse de manera justa y equilibrada.

Alá Todopoderoso declara en la Sura Al-Hujurat, versículo 9: ‘Si dos grupos de creyentes luchan, hagan la paz. Pero si uno de ellos transgrede contra el otro, luchen contra el opresor hasta que se atengan a la justicia y hagan la paz equitativamente’. Actuamos conforme a este principio. Ambos debemos participar en este proceso y defender firmemente la paz. Sin embargo, esta paz debe construirse sobre los cimientos de los derechos, la justicia y el estado de derecho. Durante un siglo, se han negado los derechos de nuestra nación. Esta injusticia debe ser rectificada. Nadie debe ignorar la dignidad del pueblo kurdo. Toda la sociedad kurda, con toda su dinámica, debe participar en este proceso, garantizando que el proceso de paz se establezca sobre una base honorable y justa para los kurdos.

Quienes se sientan a la mesa de negociaciones en nombre de los kurdos tienen la conciencia y la experiencia para defender sus derechos.

Algunos círculos abordan este proceso con inquietud e impaciencia; esta actitud no es la correcta. El pueblo kurdo debe mantener la paciencia. No debemos olvidar que los kurdos tienen una larga historia de lucha y una profunda memoria de resistencia. Hoy, quienes se sientan a la mesa de negociaciones en nombre de los kurdos tienen la conciencia y la experiencia para defender sus derechos. Todos debemos apoyar este proceso. La parte kurda es plenamente consciente del asunto; ha librado su lucha y posee el conocimiento, la experiencia y la capacidad para llevar a cabo negociaciones. Las formaciones políticas kurdas, las instituciones sociales, todos los ámbitos de lucha y todas las dinámicas políticas de nuestro pueblo deben mantener esta honorable postura. El pueblo kurdo ha pagado un alto precio. Hoy exige la paz honorable que merece, sus derechos y un acuerdo digno de su resistencia centenaria. Apoyamos este proceso y llamamos a nuestro pueblo a seguirlo con paciencia y perseverancia.

En esta ocasión, también quisiera enfatizar que no aceptamos las especulaciones que se difunden en los medios de comunicación sobre Rojava. Los logros de Rojava son logros colectivos del pueblo kurdo, y este asunto debe resolverse dentro de su propio marco y dentro del Estado al que pertenece; no es un asunto que deba decidirse en otro lugar. Abrir estos logros al debate o plantearlos de forma provocativa no es el enfoque adecuado. También consideramos inapropiado cuestionar los logros que el pueblo kurdo ha alcanzado con sacrificio. Este proceso debe llevarse a cabo con la sabiduría y la voluntad colectivas de todos los kurdos y las kurdas, y la paz debe ser coronada con honor”.

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