Yılmaz: "El gobierno debe dar pasos positivos sin demora"

Ercan Yılmaz afirmó que el llamado de Abdullah Öcalan ha iniciado un proceso vital para la paz.

PROCESO DE PAZ

Después de que se anunciara el mensaje de Abdullah Öcalan el 27 de febrero y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) declarara un alto el fuego, las discusiones se centraron en los pasos que debe dar el Estado turco. Mientras se hacen llamados para establecer un marco legal para el proceso, crece el interés por el camino hacia la libertad física del señor Öcalan. Declaraciones consecutivas sugieren que el proceso se esclarecerá en los próximos días.

El presidente de la sucursal de Diyarbakır (Amed) de la Asociación de Derechos Humanos (İHD), Ercan Yılmaz, compartió sus reflexiones con ANF sobre el llamado de Öcalan a la 'Paz y una Sociedad Democrática'. "Desde hace muchos años, la İHD ha sido una de las instituciones que expresa su postura a favor de resolver la cuestión kurda por medios democráticos y no militares. Hemos llevado a cabo diversas actividades y vigilias en este sentido. Creemos que instituciones como la İHD tendrán un papel significativo en este proceso", afirmó el presidente.

"El 27 de febrero, se hizo público el tan esperado llamado del señor Öcalan, marcando una nueva fase en el abordaje de la cuestión kurda. ¿En qué consiste esta fase? Durante más de un siglo, el Estado ha recurrido a diversos instrumentos para negar a los kurdos sus derechos fundamentales: la violencia, el conflicto y lo que ellos mismos llaman 'terrorismo'. Hoy, con el llamado del señor Öcalan, este instrumento ha sido dejado de lado y, en respuesta, el PKK declaró rápidamente un alto el fuego. A partir de ahora, los partidos de oposición y las organizaciones de la sociedad civil deben hacer todo lo posible para asegurar el éxito de esta lucha por la paz. Esta cuestión no puede quedar únicamente en manos del gobierno. Para un problema que tiene un siglo de historia y que ha vivido 40 años de conflicto y guerra intensa, todos deben aportar desde su ámbito, expresando ideas sobre cómo establecer una paz duradera y exigiendo al gobierno y a los partidos políticos que actúen".

Estamos ante una gran oportunidad

Yılmaz afirmó que el proceso podría llegar a buen puerto si el gobierno toma medidas positivas en respuesta al llamado de Öcalan y dijo:

"Estamos ante una gran oportunidad. El llamado del señor Öcalan, la respuesta positiva del PKK y el amplio apoyo que ha recibido tanto de la mayoría de los partidos políticos en Turquía como de la opinión pública mundial deben aprovecharse para establecer una paz duradera.

Durante los últimos diez años, los kurdos y los grupos de oposición han pagado un alto precio. Todos recordamos aún las atrocidades cometidas durante los periodos de toque de queda. Tras el estado de emergencia, aumentaron la tortura y los malos tratos en las cárceles. En los últimos tres mandatos, el gobierno ha eliminado la voluntad electoral de los kurdos mediante decretos estatutarios incorporados a las leyes municipales. Los presos enfermos, a pesar de no poder valerse por sí mismos, no han sido liberados. La libertad de expresión sigue enfrentando severas restricciones. Todos estos factores han llevado a que los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil afronten este proceso con cautela. Sin embargo, es el gobierno y el propio Estado quienes deben tomar las medidas necesarias para generar confianza y eliminar estas dudas.

A corto plazo, para restaurar la fe en este proceso y hacer realidad la paz social, es necesario abordar estos dolorosos recuerdos y que el Estado confronte su pasado. El gobierno debe dar pasos positivos en respuesta al llamado del señor Öcalan y contribuir al proceso. Para reparar la destrucción de los últimos diez años, deben tomarse decisiones en conformidad con las leyes vigentes".

Las organizaciones de la sociedad civil tienen una gran responsabilidad

Yılmaz enfatizó que muchas instituciones y organizaciones, especialmente las organizaciones de la sociedad civil y los colegios de abogados, tienen una gran responsabilidad para garantizar una paz duradera. Señaló que "las organizaciones de la sociedad civil deben formar parte de este proceso porque son instituciones que conocen profundamente las demandas del pueblo y que generalmente trabajan sobre el terreno. La resolución de este problema requiere una perspectiva de terceros. Si surgen obstáculos en este proceso, esta tercera parte debe poder intervenir de manera independiente y señalar a los actores que impidan el progreso".

"Las organizaciones de la sociedad civil están entre los grupos capaces de desempeñar este papel. A lo largo de la historia, estas organizaciones siempre han actuado como un puente para transmitir las expectativas de la sociedad. Por lo tanto, consideramos crucial su participación en el proceso. En los próximos días, invitaremos a todas las organizaciones de la sociedad civil de Kurdistán a Diyarbakır para celebrar un taller sobre este proceso", concluyó.