El Tribunal Constitucional turco (AYM) dictamina que el castigo disciplinario impuesto a los presos en huelga de hambre incurre en una violación de la libertad de pensamiento y expresión.
El Tribunal Constitucional de Turquía considera que la sanción disciplinaria impuesta a Nasrullah Kuran, quien participó en la huelga de hambre para poner fin al aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan, constituye una violación de la libertad de pensamiento y expresión. El tribunal ha decidido indemnizar con 5.000 TL a Kuran por daños no pecuniarios.
Nasrullah Kuran, uno de los cinco presos que fueron trasladados a la prisión cerrada de alta seguridad de Imrali para realizar “trabajos de secretaría” para ayudar a Öcalan durante el Proceso de Paz, fue trasladado a la prisión de Silivri tras el fin de las negociaciones. Kuran, que lleva casi 30 años en prisión, presentó una petición a la administración penitenciaria para iniciar una huelga de hambre el 21 de septiembre de 2017 y el 23 de septiembre de 2017. Otros ocho presos presentaron iguales peticiones en la misma prisión. Sin embargo, la administración penitenciaria inició una investigación disciplinaria contra los presos.
Recurso rechazado
El 27 de septiembre de 2017, el Consejo Disciplinario de la prisión decidió imponer a los presos una prohibición de comunicación de dos meses. Kuran recurrió a un tribunal de Silivri. Después de que el tribunal rechazara su recurso, Kuran recurrió al Tribunal Superior de lo Penal de Silivri. Sin embargo, este tribunal también rechazó su recurso, diciendo que la decisión de la sanción disciplinaria era justa.
Huelga de hambre contra el aislamiento
Kuran presentó una solicitud individual ante el Tribunal Constitucional el 27 de febrero de 2018. En su solicitud, Kuran declaraba que había llevado a cabo una huelga de hambre para protestar por el aislamiento en todas las prisiones turcas, y más concretamente en la prisión cerrada de Imrali.
‘La huelga de hambre es una forma de expresión’
El Tribunal Constitucional aceptó la solicitud de Kuran, y recordando que las huelgas de hambre en las cárceles pueden ser una forma de expresión, ha dictaminado que la sanción disciplinaria impuesta por la huelga de hambre debe ser considerada como una violación de la libertad de expresión.
El tribunal pidió un nuevo juicio
El Tribunal Constitucional ha decidido pagar 5.000 liras turcas a Kuran por daños no pecuniarios. También ha solicitado un nuevo juicio para valorar las consecuencias de la violación de la libertad de expresión.