Informan que el civil kurdo Muhammad Emir, quien fue secuestrado en Afrin en el noroeste de Siria por las tropas de ocupación, se suicidó en la prisión de Elbistan, Turquía. Se dice que policías turcos vestidos de civil dieron la noticia a su representante autorizado Bekir Kaya. El caso plantea interrogantes, ya que Emir fue secuestrado en Turquía por el ejército turco después de la ocupación del cantón anteriormente autónomo en la primavera de 2018 y detenido allí en virtud de la legislación turca acusado de "pertenencia a una organización terrorista", por presuntos delitos que se dice que cometió en Siria. No está claro de qué manera se alega que el hombre se quitó la vida. La dirección de la prisión no estuvo disponible para una declaración. El registro de defunción en la provincia de Maraş solo muestra que Muhammad Emir nació en 1963 y murió el 2 de octubre de 2020; se declara que sus familiares viven en el extranjero.

Los secuestros por parte de las fuerzas de ocupación turcas y yihadistas de Siria a Turquía y el posterior encarcelamiento o juicio de los involucrados ocurren con frecuencia, pero los medios de comunicación casi nunca toman estos casos a nivel internacional. A fines de 2019, once civiles que habían sido secuestrados más de un año antes por las milicias turcas de Afrin, entregados al servicio secreto turco, torturados y luego encarcelados en Turquía, fueron condenados a penas de prisión que van desde doce años hasta cadena perpetua en Turquía en juicios armados en la provincia de Hatay. Los hombres fueron acusados ​​de presunta participación en la muerte de dos soldados turcos.

En la provincia de Urfa, la prisionera de guerra Çiçek Kobanê (nombre civil: Dozgin Temo) está siendo juzgada desde junio. La fiscalía acusa a la integrante de las YPJ (Unidades de Defensa de Mujeres) de alterar la unidad e integridad del Estado, pertenencia a una organización terrorista armada y asesinato premeditado en varios casos. Çiçek Kobanê fue capturada en octubre de 2019 en Ain Issa, en el norte de Siria, por la milicia yihadista Ahrar al-Sham, que forma parte de las tropas yihadistas de Turquía, el llamado "Ejército Nacional Sirio" (SNA), y participó en la invasión de Rojava. Después de su captura, la mujer kurda nacida en Raqqa de Kobanê fue deportada a través de la frontera hacia territorio turco. Desde entonces, se encuentra en prisión preventiva en una prisión de alta seguridad en Urfa.

Noticias relacionadas: