La diputada del HDP de Ağrı Dilan Diyet Taşdemir, declaró que las prisiones estaban repletas de kurdos, revolucionarios, mujeres y personas que revindicaban los derechos democráticos y resistían al fascismo. Añadió que al encarcelarles lanzaban un mensaje al exterior. 

Taşdemir habló a ANF sobre las sucesivas noticias de muertes y torturas en prisión: "En la actualidad, las prisiones se utilizan como laboratorios de violencia como reflejo de la presión y como reflejo de las políticas de presión y ruptura de la voluntad aplicadas en el exterior.  Existe un proceso competamente arbitrario en el que se violan todos los derechos, se castiga a las personas, se les arroja a las celdas y su liberación se pone en manos de las autoridades. Aquellos que perpetrarn el golpe de estado fascista del 12 de septiembre [1980] encarcelaron a kurdos, mujeres y revolucionarios que resistieron a las políticas que querían quebrar la voluntad de la sociedad de aquella época. Hoy somos testigos de esa misma mentalidad. Esas personas quieren lanzar un mensaje al exterior con esta ola de violencia en las prisiones. Tratan de poner bajo control a cualquiera que se oponga a su política a través de la cárcel. Lo que estamos presenciando hoy es una continuación de los golpistas del 12 de septiembre, el gobierno del AKP-MHP sigue una política especial en las cárceles".

Taşdemir continuó: "Bajo la supervisión del Ministerio de Justicia, los prisioneros -cuya seguridad es responsabilidad de este gobierno- fallecen de alguna forma y se afirma que se suicidaron.  Garibe Gezer expuso lo que realmente sucede en las cárceles. Declaró que había sido agredida sexualmente.  Expuso el fascismo del que fue testigo en la cárcel en sus cartas y visitas a familiares y abogados. El Ministerio de Justicia se cerró en banda para no escuchar este grito y no inició ninguna investigación al respecto. Como si esa muerte no hubiera ocurrido, como si no hubiera habido ninguna agresión sexual, también se rechazaron las solicitudes de los abogados para investigar. Las cárceles están actualmente superpobladas. Cuando miramos las identidades de los encarcelados, vemos que son kurdos, revolucionarios, mujeres, personas que se resisten al fascismo del AKP desde hace 6 años, y personas que exigen derechos democráticos. Lo que el gobierno les dice a estas personas es: 'Hicisteis política fuera, resististeis, no os rendisteis, pero aquí os estoy imponiendo la rendición'".