Las reacciones de los colegios de abogados de toda Turquía y Kurdistán continúan aumentando tras la destitución del presidente del Colegio de Abogados de Estambul, İbrahim Özden Kaboğlu, y de la junta directiva, una acción ejecutada por orden del partido gobernante.
En una entrevista con ANF sobre la destitución del presidente y la junta directiva del Colegio de Abogados de Estambul, el presidente del Colegio de Abogados de Diyarbakır (Amed), Abdulkadir Güleç, declaró:
El Colegio de Abogados de Estambul es uno de los más grandes del mundo. Las elecciones se celebraron en octubre y el señor İbrahim Kaboğlu y su administración fueron elegidos. Muchos lo consideraron un gran éxito. Todos conocemos al señor Kaboğlu: es un experto en derecho constitucional y un académico respetado que formó parte de la Comisión Constitucional del Parlamento.
Precisamente porque es un erudito y académico distinguido, el Colegio de Abogados de Estambul, más que en mandatos anteriores, ha llevado a cabo un trabajo importante en materias como las violaciones de los derechos humanos, el Estado de derecho y la independencia e imparcialidad del poder judicial. En mi opinión, la razón por la que han sido sometidos a este linchamiento público es su clara postura como defensores de los derechos humanos y del Estado de derecho.
El Colegio de Abogados de Estambul fue suspendido del cargo durante la segunda vista de un caso presentado por el Fiscal General, basado en una acusación remitida al Tribunal de Derecho de Anatolia. No hay absolutamente ninguna base legal para esto. El Colegio de Abogados de Estambul ha asumido la defensa del Estado de derecho y la lucha contra las violaciones de los derechos humanos como su misión fundamental, y ha actuado en consecuencia. Precisamente por cumplir con esta misión, ha sido perseguido y destituido. Esto se puede entender claramente como un mensaje y una advertencia lanzados por las autoridades políticas.
Esta decisión marca el colapso del sistema judicial
Abdulkadir Güleç ha calificado la destitución del presidente y la junta directiva del Colegio de Abogados de Estambul como una mancha oscura en la historia del derecho y ha añadido:
"Esta decisión es una mancha enorme y evidente. Si miramos la Ley de la Abogacía, se hace evidente que el Colegio de Abogados de Estambul ha sido destituido precisamente porque ha cumplido a la perfección sus funciones. En mi opinión, esta decisión es nula y sin efecto. La resolución emitida por el Tribunal Civil de Primera Instancia número 2 de Estambul sobre la destitución tampoco tiene ninguna base legal. No hay otra interpretación posible.
A lo largo de la historia, el Colegio de Abogados de Estambul ha sufrido una gran presión. Durante el golpe de Estado del 12 de septiembre, fue objeto de serias represalias y el presidente del colegio en aquel momento fue arrestado. El Colegio de Abogados de Diyarbakır también ha sido fuertemente perseguido. Muchos colegios de abogados han estado sometidos a presiones políticas simplemente por defender la ley. Nuestro propio presidente del colegio fue asesinado por defender la justicia y el derecho a la paz.
Los colegios de abogados, como elementos fundamentales del sistema judicial, no son solo instituciones profesionales, sino también instituciones jurídicas. La presión sobre ellos, a pesar de su labor en defensa de los derechos humanos y su papel en la sociedad civil, es una respuesta a su postura crítica frente a las políticas del poder. Esta decisión no solo es una señal del colapso del sistema legal, sino que también es jurídicamente nula. Casos como este son raros en la historia de los colegios de abogados de este país. Solo puede describirse como un día oscuro y una mancha negra en la historia".
Debemos defender el derecho y la democracia
Güleç subrayó la urgente necesidad de defender el Estado de derecho y la democracia frente a la presión política y afirmó:
"No tenemos otra opción que defender el derecho y la democracia. No hay alternativa distinta a resistir las violaciones de los derechos humanos. Debemos enfrentar los arrestos injustos a través de medios legales y democráticos.
También es importante recordar lo que ocurrió antes de la destitución del Colegio de Abogados de Estambul. Nuestro querido colega Fırat Epözdemir fue detenido injustamente y actualmente está en prisión. Este arresto debe recibir una respuesta firme. No hay lugar para tales acciones dentro del marco de la ley. Que estas cosas sucedan en un momento en el que se está discutiendo un proceso de paz es simplemente inaceptable.
Por ello, todos los sectores de la sociedad con conciencia deben alzar su voz en contra de estas violaciones, utilizando los canales democráticos, legales y políticos. Solo podremos superar este período resistiendo juntos estas injusticias".