El 17 de octubre de 2017, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) declararon haber puesto fin al dominio del Estado Islámico en Raqqa.
Después de que la ciudad iraquí de Mosul fuera ocupada por el Estado Islámico en 2014, los yihadistas marcharon hacia Raqqa, una de las mayores ciudades de Siria, con las armas capturadas allí.
El grupo de Al Qaeda Jabhat al Nusra y el llamado Ejército Sirio Libre (FSA) abandonaron la ciudad. Poco después, Raqqa fue nombrada capital del "Califato del ISIS" y cubierta con un reino de terror orientado a la interpretación salafista de la Sharia. Desde Raqqa, el ISIS se apoderó gradualmente de muchas otras ciudades del norte de Siria y dirigió su atención a Kobanê en septiembre de 2014. El Estado Islámico atacó la ciudad en tres frentes pero se encontró con una resistencia sin parangón. En Kobanê, la milicia terrorista sufrió su primera derrota y a partir de entonces fue haciendo retroceder poco a poco a su centro Raqqa.
El 6 de junio de 2017, las Fuerzas Democráticas Sirias lanzaron una ofensiva para liberar Raqqa y, tras cinco meses de encarnizados combates, acabaron con el dominio del ISIS allí el 17 de octubre. La declaración de la liberación de la ciudad fue realizada por las Unidades de Defensa de la Mujer (YPJ), que luchaban en primera línea contra el ISIS. La declaración se anunció a todo el mundo en la plaza de Al-Naim, donde el Estado Islámico había llevado a cabo ejecuciones públicas.
La administración de la ciudad liberada de Raqqa fue entregada al poco tiempo a un consejo civil ya fundado en abril en Ain Issa. Una gran parte de la ciudad fue destruida por el ISIS y durante la ofensiva de liberación. La reconstrucción se vio obstaculizada sobre todo por las trampas explosivas que dejó el ISIS. Al mismo tiempo, las células encubiertas del ISIS siguieron perpetrando atentados. Hoy, según informaciones de los círculos de seguridad, hay una relativa calma y estabilidad en la ciudad. Mahmut al-Said, que pertenece al nivel de gestión de la seguridad interna, subraya que fue un proceso muy difícil: "Primero se eliminaron las minas y los artefactos explosivos. Luego hubo que perseguir a las células del ISIS y, más recientemente, a las del Estado y el gobierno turco en Damasco".
Las tribus árabes de la región desempeñaron un papel importante en la reconstrucción social por parte del consejo civil. Con el inicio de la invasión turca en octubre de 2019 en Serêkaniyê (Ras al-Ain) y Girê Spî (Tal Abyad), también se reactivaron las células que habían seguido existiendo en Raqqa. Algunas de ellas pertenecían al IS, mientras que otras estaban bajo el control del Estado turco y de los yihadistas que reclutaba. El 22 de octubre de 2019, unidades armadas del gobierno sirio fueron estacionadas en la frontera turca como resultado de un acuerdo entre Rusia y Turquía. Después de eso, las células del régimen de Assad también se activaron en la región.
El objetivo común de estas células, comandadas desde diferentes centros, es destruir la seguridad y la estabilidad en la región. Con este fin, se llevaron a cabo atentados en Raqqa contra miembros del consejo civil, políticos y ancianos de la tribu.