Hoy hace diez años, Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez fueron brutalmente asesinadas. Las mataron en un lugar que consideraban seguro, la oficina a la que Fidan acudía cada día para hacer su trabajo: una labor meticulosa y diplomática para concienciar e informar a los políticos franceses sobre el crimen y la represión contra los kurdos.

Sakine Cansız, co-fundadora del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), Fidan Doğan, representante del KNK (Congreso Nacional del Kurdistán) en París, y Leyla Şaylemez, miembro del Movimiento Juvenil Kurdo, fueron brutalmente ejecutadas en pleno centro de la capital francesa el 9 de enero de 2013. Aún no se ha esclarecido el asesinato de las tres mujeres kurdas ni los poderes que están detrás de los homicidios.

Tres mujeres, tres generaciones de mujeres kurdas comprometidas a diferentes niveles y en diferentes ámbitos trabajando incansablemente tanto para denunciar la persecución de los kurdos como por un camino hacia una paz justa y duradera a través del diálogo.

Ambas cuestiones (denunciar la violencia contra un pueblo de 40 millones de personas y trabajar por la paz) eran el objetivo de quienes ordenaron el asesinato. La mano que apretó el gatillo bien pudo ser la del "sospechoso" detenido dos días después de los asesinatos. Ömer Güney fue el último que vio con vida a las tres mujeres. Estaba con ellas en la oficina. Los investigadores franceses le acusan de ser el asesino. Si efectivamente fue así, el juicio lo demostrará.

Tras la finalización de la investigación sobre el asesinato de las tres mujeres políticas kurdas en el año 2015, el caso fue enviado a los tribunales.

Un documento sobre la masacre salió a la luz señalando preparativos en Ankara, y dicho documento ayudó a avanzar en la investigación. El 12 de enero de 2014, 3 días después del primer aniversario de la masacre, se escuchó al autor de los disparos en una grabación de voz filtrada en internet mientras hablaba con dos personas de la inteligencia turca sobre planes de asesinato.

Dos días después de la difusión de esta grabación, se hizo público el documento escrito en el que se daban instrucciones al tirador para asesinar a Sakine Cansız. Este documento llevaba las firmas del director de la sucursal de MİT, O. Yüret, del director del departamento, U. K. Ayık, del vicepresidente, S. Asal, y del presidente, H. Özcan. El documento fue emitido originalmente el 18 de noviembre de 2012, y enfatizaba que se pagaron 6 mil euros por la masacre.

Sin embargo, los funcionarios turcos se han negado a cooperar con los investigadores y no compartieron la información que el MİT tenía sobre la masacre.

El gobierno francés sólo dio a conocer algunos documentos que ya eran conocidos por el público, y ha estado ocultando la información que tiene sobre Ömer Güney. Los investigadores señalan que Güney era un agente del MİT que se infiltró en el movimiento kurdo para realizar labores de espionaje y estar en posición de acometer el asesinato. La fiscal francesa Jeanne Duyé decidió cerrar el caso en mayo de 2015, dos años después de la masacre.

Los detalles del asesinato no pueden comprobarse sin ayuda de Turquía, según declaró anteriormente Antoine Comte, abogado de las víctimas kurdas en Francia. La realidad es que nada parece haberse movido en la investigación precisa para responder a preguntas vitales que quedan sin esclarecer: ¿quién ordenó los asesinatos? ¿Cómo pudo llevarse a cabo un asesinato así en una ciudad como París, en una vía tan transitada como la calle Lafayette?

Además, ¿hasta qué punto (si es que lo hace) Turquía está "colaborando" con la investigación, especialmente desde que, como dijo Comte, los registros de la actividad telefónica de Güney con Turquía se incluyeron en el expediente de la investigación en julio, cinco meses después de su detención? ¿Con quién se reunía durante sus viajes a Turquía?  ¿Con quién hablaba? ¿Quién es Güney?

Todas estas preguntas quedaron sin respuesta y la justicia sigue lejos, al igual que la verdad. Han pasado diez años desde aquel triste 9 de enero.

Los kurdos están impidiendo que este vil asesinato acabe en el olvido o sea dejado de lado. No se les puede dejar solos porque se trata de un asesinato que afecta a los propios valores democráticos y de justicia que profesa Europa. Es un asesinato que concierne a Europa no sólo porque se cometió en una ciudad europea, sino también porque demostró que hay quienes -en Europa- se sienten seguros para actuar sabiendo que se beneficiarían o de algún tipo de impunidad. Esto es algo sobre lo que Europa debería reflexionar muy seriamente y actuar muy rápido.

Sakine Cansiz (Sara)

Sakine Cansiz nació en la provincia de Dersim en 1957. Participó activamente durante muchos años en el movimiento estudiantil de Elazig tras lo cual se unió, en 1976, al movimiento revolucionario kurdo.

Cansiz, una figura central en la lucha contra los sectores fascistas de Elazig, estuvo principalmente activa en los barrios de Fevzi Çakmak y Yıldızbağları. Cansizs se implicó a fondo en el movimiento revolucionario al unirse al trabajo militates desarrollado en Dersim en 1978.

Tras asistir al congreso del PKK el 27 de noviembre de 1978, Cansiz fue arrestada en Elazıg y enviada a prisión junto con un grupo de amigos. En prisión, fue torturada brutalmente durante el periodo del golpe de estado del 12 de septiembre de 1980. Fue finalmente liberada en 1991.

Poco después de su liberación, continúo participando en las actividades revolucionarias en Rojava y Bashur (Kurdistán Oeste y Sur). Tras muchos años de lucha en las montañas kurdas, Cansiz fue a Europa donde comenzó a liderasr la organización de mujeres kurdas. Fue una de las figuras más destacadas que contribuyeron con fuerza a la organización de los kurdos en la diáspora. 

Fidan Dogan (Rojbin)

Doğan, fue una de las tres mujeres asesinadas en París hace 10 años. NAció en el distrito de  Elbistan (Maraş) el 17 de enero de 1982. Como hija de una familia de imigrantes se crió en Francia.

Doğan, que mostró un gran interés por la Lucha por la Libertad de Kurdistán desde su infancia, comenzó a participar de forma activa en la actividad revolucionaria en Francia durante el año 1999. Aparte de su trabajo militante, principalmente centrado en la juventud y las mujeres, Doğan también se implicó en las actividades diplomáticas en Europa a partir de 2002.

Fue miembro del Congreso Nacional de Kurdistán.

Leyla Şaylemez (Ronahi)

Leyla Şaylemez, hija de una familia yazidi del distrito de Lice en Diyarbakır, nació en la provincia de Mersin en 1988. Pasó su infancia allí hasta emigrar con su familia a Alemania en los 90.

Leyla estudiaba en el departamento de Arquitectura cuando se unió al Movimiento de Liberación de Kurdistán. Tras el 2006, comenzó a participar activamente en distintas actividades militantes en varias ciudades alemanas así como en Basilea.

Tras pasar un año y medio en Kurdistán en el 2010, volvió a París donde siguió trabajando hasta ser asesinada en la capital francesa.