Los pueblos de Siria sufren penurias extremas

Estados Unidos, Rusia, la administración de Damasco y Turquía no hacen ningún intento de promover la democracia y la libertad en Siria. Los pueblos sirios sufren penurias extremas y pobreza.

Muchos Estados están implicados en Siria: Rusia intenta mantener en el poder a la administración de Damasco, Turquía se esfuerza por conseguir el dominio de organizaciones como los Hermanos Musulmanes y Al Nusra en las zonas que ha ocupado, incluida Idlib. Hasta ahora, Turquía ha intentado eliminar la administración de Damasco y llevar al poder a estas fuerzas. A través de estas organizaciones, pondría a Siria bajo su control.

Por su parte, Irán traza una ruta ligeramente diferente a la de Rusia. Su principal objetivo es mantener en el poder a la administración de Damasco y eliminar a los Hermanos Musulmanes y a otras fuerzas. Por otro lado, Turquía ha intentado convertirse en líder del frente suní en Oriente Próximo. En este sentido, Irán se opone a que Turquía se haga demasiado poderosa y establezca su influencia sobre Siria. Sin embargo, a Irán no le preocupa la democratización de Siria ni la realización de reformas. Promueve la organización religiosa del pueblo.

Estados Unidos y los países europeos afirman que limitan su presencia a la lucha contra el ISIS. Afirman que su asociación con las SDF es táctica, militar y temporal. Turquía acusa especialmente a Estados Unidos de apoyar a las YPG y al PKK. Por ello, Estados Unidos se mantiene al margen del apoyo a la Administración Autónoma. Siguen cooperando con Turquía a pesar de que se sabe que los kurdos y las kurdas están bajo amenaza de bloqueo y genocidio. No les importa que los promuevan una línea democrática. De hecho, la administración Trump fue cómplice de la invasión turca de ciertas regiones.

Siria está dividida actualmente en tres regiones: una parte está bajo el dominio de la administración de Damasco, una segunda parte es la región despejada del ISIS y controlada por la Administración Autónoma, y la última está bajo la ocupación del ejército turco e incluye Idlib, que sigue bajo protección de Turquía. La única región que es democrática y donde el pueblo se gobierna autónomamente es el Norte y el Este de Siria. En estas regiones, todas las identidades étnicas, religiosas y culturales viven en paz, en igualdad y libremente. En particular, el protagonismo de la mujer en la vida pública es el mayor y más fundamental cambio en la historia de Oriente Medio.

Hemos resumido brevemente las fuerzas existentes y su posicionamiento. También hay que subrayar que Estados Unidos, Rusia, la administración de Damasco y Turquía no tienen nada que ver con el desarrollo de la democracia y la libertad. El pueblo sirio viene sufriendo penurias y pobreza extremas. Los Estados existentes están en constantes negociaciones, regateos y conflictos entre ellos. Ninguno de ellos se preocupa por la situación de los pueblos sirios. Las declaraciones hechas a la prensa no son más que propaganda para salvar el día. Por su parte, las SDF y las regiones autónomas de Siria son las que más contribuyen a la seguridad del mundo. Siguen manteniendo a raya a decenas de miles de detenidos del ISIS.

Rusia impide persistentemente la apertura del paso fronterizo de Tıl Koçer. La ayuda humanitaria de países extranjeros sólo puede suministrarse a través de esta puerta fronteriza desde Turquía. Por esta razón, las regiones autónomas se ven privadas de ayuda humanitaria. Rusia intenta especialmente debilitar a las regiones autónomas y hacer que se rindan al régimen. En el ámbito político, la Administración Autónoma ha sido excluida de todas las negociaciones internacionales e intentos de solución. Rusia actúa en consonancia con la administración fascista turca en este sentido. Lo mismo ocurre con Estados Unidos. En la comisión constitucional de Ginebra no se incluyó a representantes de la Administración Autónoma. Incluso grupos mercenarios patrocinados por el Estado turco fueron invitados a las negociaciones como representantes de la oposición, pero los kurdos, las kurdas y los representantes de millones de personas que viven en el Norte y el Este de Siria han sido excluidos.

En las zonas controladas por la administración de Damasco, la población se encuentra en una situación terrible. Hay una grave crisis económica. La moneda siria pierde valor constantemente frente al dólar estadounidense. La población se empobrece. Los salarios disminuyen. Los precios se disparan, la gente no tiene poder adquisitivo. Políticamente, no hay intentos de reforma que den esperanza al pueblo. Nadie puede criticar a la administración actual. Nadie puede hacer oír sus reivindicaciones. La gente está estancada.

La situación es aún peor en las zonas ocupadas por Turquía. Los grupos mercenarios se han convertido en organizaciones criminales dedicadas al saqueo, la extorsión, la violación y la tortura. El Estado turco lleva a cabo una limpieza étnica contra los kurdos y las kurdas de la región y anima a los grupos mercenarios a atacar a la población. En Idlib, fuerzas como Al Nusra han establecido una administración que no difiere de la del terror que intentó imponer el ISIS. La gente está frustrada. La ley de la tiranía y la violencia impera en estas zonas.

También hay una gran pobreza en estas regiones. El Estado turco se ocupa de sacar provecho económico de esas regiones. Las regiones más prósperas en términos económicos, políticos y de vida pública son las regiones autónomas establecidas en el Norte y el Este de Siria. Pero en lugar de apoyarlas y desarrollarlas como modelo para Siria, están intentando destruir estas regiones. Los pueblos de Siria deben ser dueños de su propio destino. Los Estados existentes no pueden resolver los problemas. Las fuerzas democráticas del mundo deben apoyar el gobierno autónomo y los logros en Siria y conformar una red internacional de solidaridad.

Artículo publicado originalmente en Ronahi Newspaper.