Peace in Kurdistan escribe al Primer Ministro del Reino Unido sobre Öcalan
Peace in Kurdistan escribe al Primer Ministro del Reino Unido sobre el aislamiento en curso, y continuado, de Abdullah Öcalan.
Peace in Kurdistan escribe al Primer Ministro del Reino Unido sobre el aislamiento en curso, y continuado, de Abdullah Öcalan.
Peace in Kurdistan ha escrito al Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, para denunciar el aislamiento continuado de Abdullah Öcalan y exigir el fin del mismo, así como la libertad total de Öcalan.
La carta dice: "No son sólo sus leales partidarios quienes lo exigen. Lo exigen la decencia común y la justicia. Öcalan lleva encarcelado más de dos décadas. Está recluido en completo aislamiento y ni siquiera se le conceden los derechos básicos que se otorgan a los presos comunes. No puede ver a nadie ni comunicarse con el mundo exterior. Ni siquiera se informa a su familia ni a quienes le apoyan sobre su estado de salud o bienestar. El maltrato de Öcalan es una clara violación de los derechos humanos y no debería ser aceptable para nadie. Si creemos que los presos tienen derecho a clemencia por buen comportamiento, entonces Öcalan, un hombre mayor, debería tener derecho a acogerse a esta concesión. Aparentemente se ha comportado como un preso modelo".
La carta continúa: "Afortunadamente, la familia y los leales partidarios de Öcalan no son los únicos que desean la liberación del líder kurdo. La campaña por su libertad cuenta con apoyo internacional. Abogados y abogadas, defensores de los derechos humanos, sindicalistas, políticos y políticas y diversas personalidades públicas están intensificando la campaña en favor de la liberación de Öcalan, y numerosas delegaciones han viajado a Turquía para llamar la atención sobre su difícil situación, y presionar para que se tomen medidas que pongan fin a este bloqueo.
La política turca respecto al pueblo kurdo ha dado un giro muy oscuro en los últimos años. El gobierno encabezado por el presidente Erdogan cree que puede eliminar el "problema kurdo" por la fuerza de una vez por todas y está recurriendo a la represión violenta y a la acción militar, que está demostrando ser ineficaz. Un gobierno no puede eliminar a un pueblo. Hay que reconocerlo".
La carta añade: "La población kurda es una minoría sustancial en el país, que constituye millones de personas. Habitan en zonas donde han vivido durante muchos siglos. Tienen una cultura propia, una lengua viva y un modo de vida que aprecian. Tienen derecho a vivir como les parezca. Se les debe permitir expresarse libremente como pueblo. Sólo buscan que se les permita hacerlo y quieren vivir pacíficamente junto a sus vecinos y vecinas.
Los kurdos y las kurdas de Turquía están ahora organizados en numerosas organizaciones sociales y las sociedades culturales florecen como nunca antes. El liderazgo político y los escritos de Öcalan han influido en generaciones de kurdos. Ayudó a despertar su conciencia como pueblo y ha construido el movimiento kurdo tal y como existe hoy en día. Cuando miremos atrás y examinemos los logros de Öcalan, nos veremos obligados a concluir que su papel ha sido totalmente positivo. Comprenderemos por qué muchos millones de kurdos y de kurdas lo consideran un héroe nacional. Apreciaremos que es una figura única en la historia kurda y que aún tiene capacidad para desempeñar un papel clave en la consecución de una paz duradera."
La carta subraya que "Öcalan consiguió liberar a las mujeres kurdas, que antes eran algunos de los miembros más oprimidos de su comunidad. Hoy vemos a mujeres activas en toda la sociedad kurda y ocupando puestos de liderazgo en la política y en diversas profesiones. Se están liberando de los papeles tradicionales que se les han impuesto. Se trata de un importante avance positivo que está reconfigurando la sociedad kurda. Öcalan debe ser reconocido por su contribución a este gran cambio de actitud y comportamiento.
Öcalan se ha convertido en la voz de los kurdos y las kurdas. Al silenciarle, Turquía pretende silenciar a la nación kurda en su conjunto. Al mantener a Öcalan detenido y aislado, Turquía está negando la existencia misma de los kurdos en el país y burlándose de su derecho a ser representados por el líder político que han elegido. Öcalan no tiene un rival legítimo, no hay nadie con el mismo estatus que sea respetado y considerado ampliamente como un líder en el sentido en que lo es Öcalan. Los kurdos y las kurdas deben poder elegir a su propio líder, alguien en quien puedan confiar para que les represente políticamente. En algún momento serán necesarias negociaciones para lograr la paz en el país. Esto es desesperadamente necesario".
La carta también señala que "el presidente turco Erdogan no está consiguiendo ninguno de sus objetivos. La violencia, el odio, la animosidad, el conflicto y la guerra de los que leemos constantemente dentro de Turquía y en la región tienen su origen en un fracaso de la política turca en su acercamiento a los kurdos. Este fracaso se debe a la decisión de Erdogan de no tratar a los kurdos y a las kurdas como actores políticos responsables o incluso de tratarlos como seres humanos. Ha rechazado toda negociación. En su acción represiva, Erdogan ha recibido, por desgracia, el aliento de sus aliados, que han permanecido en silencio y se han abstenido de hacer comentarios sobre las acciones de Turquía, que se han vuelto cada vez más feas e intransigentes. La situación empeora día a día. Lo trágico es que Öcalan podría desempeñar un papel positivo en la consecución de una paz duradera.
La gente está actuando para llamar la atención sobre la difícil situación de Öcalan y sus intolerables condiciones de encarcelamiento. Se está cometiendo una grave injusticia contra Öcalan y el pueblo kurdo. Se trata de una afrenta a la humanidad que no puede seguir ignorándose.
Peace in Kurdistan exige la actuación del gobierno británico para ayudar a salir del punto muerto y garantizar la justicia para los kurdos y las kurdas. Öcalan merece ser tratado como un preso político y se le deben conceder todos los derechos que le otorga el derecho internacional.
Es hora de que cambiemos de política. Es hora de que hablemos claro. Es hora de que Öcalan sea liberado. Ha cumplido su condena y se ha ganado el derecho a vivir en libertad y a disfrutar de los años que le quedan de vida".