Pueblo de Serêkaniyê: "Volveremos a casa, no hay alternativa"

Alrededor de 200000 personas han sido desplazadas de sus hogares desde el comienzo de la invasión al norte y este de Siria. El corresponsal de ANF Ersin Çaksu ha hablado con algunos de ellos.

Con la ocupación de las ciudades del norte de Siria de Girê Spî (Tal Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain) por parte de Turquía, que fue ratificada por Estados Unidos y Rusia, unos 200000 kurdos y árabes de la población local, tuvieron que abandonar sus hogares. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que 180000 civiles habían huido de la región desde el comienzo de la invasión turca el 9 de octubre. El Centro de Estudios Estratégicos de Rojava (NRLS), por otro lado, declaró que el número de personas desplazadas supera los 200000 y que no hay condiciones seguras para regresar a la región.

Si bien los ataques de invasión en el norte de Siria, descritos por el presidente estadounidense Donald Trump dos niños (los kurdos y Turquía) que dejó que se 'pelearan un poco' antes de aceptar un alto el fuego de cinco días con Ankara, costaron la vida de más de 500 personas, incluidos 35 niños, los kurdos están siendo reasentados por la fuerza. Unas 200000 personas de Girê Spî y Serêkaniyê perdieron su sustento durante la invasión, que Trump trató de legitimar con las palabras "El petróleo es seguro". En Hesekê, Til Temir, Ain Issa, Raqqa, Kobanê y Qamishlo, las personas desplazadas se alojan en escuelas, patios vacíos y mezquitas, enfrentando una nueva lucha por la supervivencia. Algunos de ellos viven en las calles. No pueden regresar a sus ciudades ocupadas. Sus casas fueron saqueadas por mercenarios al servicio del estado turco.

"No queremos un nuevo hogar, ya tenemos uno y queremos volver allí"

Muchos de los desplazados de Serêkaniyê ven la mayor culpa de la invasión del norte y el este de Siria en los Estados Unidos "No queremos un nuevo hogar. Ya tenemos uno y queremos volver allí", dicen.

Brahîm Ebid Ismail dejó su hogar en Til Hefyan después de los ataques a Serêkaniyê. Él y su familia no tienen nada más.

Otro ciudadano árabe Amid Salim, que proviene de la aldea de Amiriya, no tuvo dificultades financieras antes de la invasión y ahora tiene dificultades para encontrar que comer día a día.

Ismail Bilud enfrenta una situación similar, todos sus bienes han sido saqueados por el ejército de mercenarios de Turquía: "Si no hubiera habido ataques aéreos, nos hubiéramos quedado. Pero el verdadero golpe vino de Estados Unidos y Rusia. Los turcos son el menor de los dos males".

“Volveremos a nuestra casa, no hay alternativa”

Imam Mihemed también es uno de los muchos desplazados internos. "No me puedo quejar de nuestras vidas antes de los ataques. Todos nosotros, quiero decir todos los pueblos y todas las comunidades religiosas, estábamos bien", remarcó, y agregó: "Trump cree que ha encontrado nuevos espacios de vida para nosotros. Esta es nuestro tierra. Es extraño e igual de incomprensible que tantos estados, incluidos los países islámicos, no digan nada para oponerse a esto. Rusia ha vendido Afrin y los Estados Unidos Serêkaniyê. Se forjan planes y se persiguen intereses personales a nuestra costa. Nosotros somos los que sufrimos. No podemos y no aceptaremos eso. En cualquier caso, volveremos a casa, no hay alternativa".

"La ONU y los Estados Unidos juegan a los tres monos"

Mihemed Xidir, de Serêkaniyê, se queja de que tanto Estados Unidos como Naciones Unidas se comportan como los tres monos ante la invasión de Rojava y el genocidio de los kurdos: "No ven, no oyen y no dicen nada. Pero nosotros no estamos con miedo y no dejaremos nuestra patria a los invasores sin más", dice con firmeza.

Fatma Gazi explica que casi toda la población de Serêkaniyê ha abandonado la ciudad. Pero mientras el estado turco y sus bandas estén allí, no podremos regresar".

Samiha Hemed pudo salvar a sus hijos durante los ataques aéreos en Serêkaniyê: son lo único que le queda de su vida. Ella condena el acuerdo entre los Estados Unidos y Turquía: "Es una traición sin escrúpulos cometida por los Estados Unidos. ¿Qué han hecho estos niños? Mientras los turcos estén en Serêkaniyê no recuperaremos nuestras vidas. Deben abandonar la ciudad, no hay otra alternativa".

Şirin Mistefa Hesen ha huido con la ropa puesta, no logró llevarse nada más debido a los ataques de Turquía. Ella también exige que Turquía y sus milicias se vayan de Siria: "No tienen negocios aquí", dice.

"Casi todos los habitantes de Serêkaniyê expulsados"

Según un censo de población en septiembre de 2016, 19704 familias vivían en el centro de Serêkaniyê en ese entonces. "La población total era de 100504", explica el Dr. Ahmed Sino del NRLS y agregó que "La ciudad también se consideraba un refugio seguro para 9400 desplazados internos. En Girê Spî, todavía no hemos podido realizar un censo, pero suponemos que los datos serán similares".

Ahmed Sino está convencido de que la invasión turca de Serêkaniyê y Girê Spî sigue el mismo patrón que en Afrin. "Se busca implementar el mismo cambio demográfico al este del Éufrates. El estado turco usará cualquier medio a su alcance: masacres, saqueos y deportaciones. Las personas que fueron asesinadas o expulsadas deben ser reemplazadas por mercenarios y personas del centro de Asia. Ese es el plan", dice Ahmed Sino.