Hasan Güner, cuyo nombre de guerra era Bargiran Erkendi, nació en una familia patriótica en el pueblo de Erkendi en la región de Garısa de Botan, conocida por su espíritu militante.
La familia de Bargiran Erkendi se vio obligada a emigrar a la ciudad de Adana debido a la represión de las fuerzas estatales que llevaron a cabo políticas sucias contra los patriotas en Kurdistán. A pesar de todas las presiones, su familia nunca ha renunciado a su cultura y patriotismo. El guerrillero Bargiran, que se crió en una familia así, fue testigo de la opresión al pueblo kurdo por parte del estado turco, desde una edad temprana y decidió levantarse contra eso.
Bargiran fue encarcelado a la edad de 14 años. Después de su liberación, fue arrestado una vez más por el estado turco fascista mientras continuaba su lucha en el exterior. Tras su segunda liberación, se unió a la guerrilla en 2004. Siempre sintió en su corazón el sufrimiento de su pueblo y rechazó la ocupación de su país y sus tierras. Sabía que sería una carga pesada, pero no le importaba.
Sacrificó todo por una vida libre
Bargiran se convirtió en un destacado comandante que luchó con determinación y valentía desde Xakurkê hasta Garê, participando en la liberación de muchas áreas de Kurdistán y la resistencia de Cenga Heftanin en el momento en que atacó el fascismo del ISIS. El guerrillero Bargiran era candidato a comandante de los tiempos victoriosos. Realizó prácticas exitosas en los campos de Xakurkê, Garê, Maxmur, Metina y Heftanin, se superó ideológica y militarmente y desarrolló su lucha en base a la línea apoísta.
El comandante Bargiran tuvo un entusiasmo revolucionario abnegado a lo largo de sus 17 años de guerra de guerrillas. Vivió cada momento de su vida de manera significativa y sacrificó todo por una vida libre. Bargiran, que llevó a cabo actividades en toda la región de Heftanin, se convirtió en uno de los principales comandantes de la Campaña Revolucionaria de Cenga Heftanin. Siguió los pasos del comandante Reşid Serdar, quien dijo que "ni siquiera dejaremos la sombra del enemigo en estas tierras". Inspiró a sus camaradas con su espíritu de lucha, militancia y posición. El comandante Bargiran se mantuvo comprometido con el principio de "24 horas de liderazgo con 24 horas de guerrilla". Cayó como mártir el 20 de agosto de 2020, dejando un destacado legado de lucha.