Cinco miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) fueron martirizados en un ataque con aviones no tripulados contra una base estadounidense en la región desértica de Deir ez-Zor el 5 de febrero. El objetivo del ataque era una sección dentro de la base en el campo petrolífero de Al-Omar, al este de Deir ez-Zor, donde las SDF operan un centro de entrenamiento del Comando de Fuerzas Especiales (Hêzên Komandos). El grupo proiraní “Resistencia Islámica en Irak” se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Los combatientes caídos de las SDF, Ammar (Bilal Muhammad Al-Saud), Demhat (Abdul Razzaq Ayesh Al-Saud), Gelhat (Ammar Daoud Abdul Wahab), Zagros Kelase (Omar Daoud Abdul Wahab) y Omar (Muhammad Ahmed Sharabi), fueron sepultados el miércoles en el cantón de Hesekê.
Hablando en nombre de la Asamblea de Familias de Mártires en la ceremonia fúnebre a la que asistieron miles de personas, Fatme Ali declaró: "Gracias a los sacrificios de nuestros mártires como Demhat, Gelhat, Emmar, Zagros Kelase y Omer, la gente de la región hemos logrado muchos éxitos."
Hablando en nombre de las SDF, Serhed Tirbespiyê, comandante del Consejo Militar del cantón de Cizre, expresó sus condolencias a las familias de los mártires y subrayó que seguirán los pasos de todos los mártires de la libertad.
El comandante de las SDF llamó la atención sobre los esfuerzos del Estado turco ocupante y sus socios para crear discordia en las tierras de Deir ez-Zor.
Al afirmar que el Estado turco no logró realizar sus planes en Deir ez-Zor y atacó la infraestructura de la región, Serhed prometió que vengarían a los mártires y protegerían la región del caos.
Después de los discursos, Gulçîn Ehmê, miembro de la Asamblea de las Familias de los Mártires, leyó las actas de martirio de los combatientes caídos y las entregó a sus familiares.
A continuación se sepultaron los cuerpos de los mártires, acompañados de consignas.