El pueblo de Rojava sigue con gran sensibilidad la situación del líder kurdo Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla de Imrali y considerado el cerebro del proyecto democrático radical implementado en la región. La Iniciativa Popular en la región de Cizîrê, en el noreste de Siria, ha lanzado una serie de acciones bajo el lema "La libertad física de Abdullah Öcalan es el requisito previo para la paz y la hermandad en Oriente Medio".
El domingo comenzó una protesta en carpas que duró dos días, en la que participaron cientos de residentes de la ciudad. La marcha tendrá lugar frente a la casa del Consejo de las Familias de los Mártires y será seguida de una marcha masiva. En la acción también participan representantes de instituciones de la sociedad civil y concejales de las localidades circundantes.
Hisên Ramadan pronunció el discurso de apertura y declaró: "El aislamiento de nuestro líder Abdullah Öcalan es contra toda la humanidad. Condenamos el silencio de todas las organizaciones internacionales de derechos humanos y de todas las fuerzas involucradas. Continuaremos esta lucha hasta que logremos la libertad física de los Líder."
Mihemed Şerîf, del Consejo de Familias de los Mártires, agregó: "El líder Öcalan luchó por la libertad de todos los oprimidos y dedicó su vida a construir la democracia".
Şadiya Yûsif, miembro del comité ejecutivo del Movimiento de Mujeres, destacó: "Para garantizar la libertad física de Abdullah Öcalan, debemos confiar en su filosofía, comprenderla e implementarla en la sociedad".
La situación de Abdullah Öcalan se considera un criterio para las acciones del Estado turco, especialmente contra la población kurda. El Estado turco está haciendo todo lo posible para aislar totalmente al cerebro de un Medio Oriente democrático y separarlo de la sociedad. Pero a pesar del aislamiento, existe un creciente apego a Öcalan y su filosofía, que se materializa en el ejemplo práctico de Rojava.