Según la información obtenida de fuentes locales, el Estado turco se llevó a 1.200 refugiados sirios, que fueron deportados de Turquía en septiembre, a través de la puerta fronteriza ocupada de Girê Spî y los entregó a las bandas de la «Policía Militar» para que se instalaran en viviendas de la ciudad.

El número de personas asentadas en Girê Spî ha aumentado a 39.700. 72 de los refugiados son iraquíes.

El Estado turco pretende cambiar la estructura demográfica de las regiones de Idlib, Afrin, Azaz, Bab, Cerablus, Girê Spî y Serêkaniyê asentando a los refugiados sirios en zonas que no son las de su procedencia.