Periodista Lefevre: “Rojava es el futuro de la democracia”

La periodista Gabrielle Lefevre afirma que proteger Rojava y su modelo es un deber de todos y todas, ya que se enfrenta a la amenaza del genocidio.

TPP

El Estado turco y sus grupos armados afiliados continúan sus ataques contra las regiones de la Administración Autónoma Democrática del Norte y el Este de Siria (AADNES). En estos asaltos aéreos y terrestres se ataca y asesina deliberadamente a civiles, incluidos mujeres y bebés. Desde el comienzo de la ocupación, se han cometido sistemáticamente crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en las regiones ocupadas de Afrin (Efrîn), Girê Spî y Serêkaniyê.

Los crímenes perpetrados por el Estado turco en el Norte y el Este de Siria y en los territorios ocupados fueron examinados por el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), que se reunió en Bruselas (Bélgica) los días 5 y 6 de febrero. Esta sesión, celebrada bajo el nombre de “Tribunal de los Pueblos de Rojava”, contó con Gabrielle Lefevre, renombrada periodista belga y defensora de los derechos humanos, como parte del panel de jueces.

Desde ANF hemos hablado con la periodista Gabrielle Lefevre, profunda conocedora de Oriente Próximo, sobre los crímenes cometidos por el Estado turco en el Norte y el Este de Siria, el modelo de Rojava y el silencio de la comunidad internacional ante estos hechos.

Usted formó parte del panel de jueces del Tribunal de los Pueblos de Rojava, celebrado en Bruselas (Bélgica) los días 5 y 6 de febrero. ¿Qué diría de la importancia y el propósito de este tribunal?

Mientras la comunidad internacional siga siendo incapaz de defender el derecho internacional, especialmente los derechos humanos, y dado que la situación en Rojava es catastrófica, cercana al nivel de genocidio, una realidad que apenas se conoce y apenas se difunde, el TPP sirve de voz de los ciudadanos y las ciudadanas y de los pueblos oprimidos.

Es un tribunal de ciudadanos y ciudadanas del mundo que rechazan las masacres de Rojava y la dominación de los pueblos por un Estado. Es un tribunal para quienes no tienen otros medios de defensa, para comunidades que, como mínimo, necesitan la solidaridad de otros pueblos e individuos. Esto es lo que hace que el TPP sea extraordinariamente importante.

Tras haber seguido el trabajo del tribunal durante décadas, puedo afirmar que desempeña un papel crucial en la denuncia de las injusticias y la opresión extrema infligidas a los pueblos.

Anteriormente hizo una declaración preliminar sobre la decisión del tribunal. ¿Han finalizado ustedes el fallo del tribunal?

Ya hemos anunciado una decisión preliminar sobre la postura del tribunal. En este momento, estamos trabajando con los demás jueces para redactar los veredictos finales, que se fundamentarán minuciosamente con justificaciones detalladas.

Sin embargo, nuestras conclusiones preliminares fueron muy claras. Todos los casos presentados y apoyados por los fiscales estaban respaldados por pruebas sólidas. Se ha establecido de forma inequívoca que se están cometiendo crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y actos cercanos al genocidio. Esta situación guarda sorprendentes paralelismos con lo que está ocurriendo en Palestina. Si esto continúa sin control, la culminación de este genocidio será inevitable. Por lo tanto, la intervención internacional es imperativa; de lo contrario, seremos testigos de un genocidio que se desarrollará impotentemente ante nuestros ojos.

Uno de los mayores fracasos de la democracia actual es su incapacidad para prevenir genocidios. Sin embargo, poseemos todas las pruebas necesarias. He verificado personalmente las pruebas presentadas por los fiscales a través de fuentes independientes, y todo se ha confirmado como cierto.

Lo que es aún más alarmante es que las autoridades gobernantes en Turquía, incluidos el presidente y los ministros, a veces se jactan abiertamente en las redes sociales de acciones que son innegablemente criminales, enmarcándolas falsamente como “operaciones antiterroristas”. Esta afirmación es totalmente engañosa. Sin embargo, sus propias admisiones sirven como prueba adicional de que estos crímenes están ocurriendo realmente. En este punto, nos enfrentamos a una arrogancia de poder que cree que puede manipular la percepción pública. Están trabajando activamente para moldear la opinión pública turca y contrarrestar preventivamente las críticas internacionales.

¿Basa sus conclusiones sobre los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad únicamente en las pruebas presentadas por los fiscales y abogados del tribunal? ¿Le ha resultado difícil llegar a esta decisión o ha consultado otras fuentes?

Los hechos son innegables y las pruebas son claras. Existen numerosos informes de las principales organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas (ONU), Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional. Estas instituciones no pueden ser compradas ni manipuladas; han demostrado su credibilidad y experiencia durante décadas. Además de las propias investigaciones del tribunal, examinamos minuciosamente los informes de estas organizaciones. Las conclusiones coincidían totalmente con las pruebas presentadas por los fiscales.

Los representantes turcos afirman que están llevando a cabo una lucha contra el “terrorismo” en el Norte y el Este de Siria. Esta narrativa se utiliza repetidamente para justificar estos crímenes. ¿Qué opina de este enfoque?

Es exactamente la misma retórica que utilizan los israelíes contra los combatientes de la resistencia palestina. La resistencia contra la ocupación se califica de terrorismo. Lo que está ocurriendo en Siria, y especialmente en Rojava, es una lucha contra una fuerza de ocupación. No es terrorismo. Durante la Segunda Guerra Mundial, los combatientes de la resistencia europea que se opusieron a la ocupación alemana también fueron tachados de terroristas por los nazis. Pero, en realidad, eran luchadores por la libertad. En determinadas situaciones, la resistencia, incluida la armada, se convierte en una necesidad.

Algunas organizaciones de derechos humanos, incluidas las que usted ha mencionado, sugieren en sus informes que los crímenes cometidos en los territorios ocupados son responsabilidad de grupos armados respaldados por Turquía y no del propio Estado turco. El hecho de que estos crímenes sean llevados a cabo por dichos grupos, ¿absuelve a Turquía en virtud del derecho internacional?

Estas milicias, o lo que llamamos “combatientes por poderes”, están directamente protegidas por Turquía. Están armadas, dirigidas y responden directamente ante el Estado turco. En realidad, es el ministro turco de Defensa quien coordina y organiza estas fuerzas. El hecho de que las regiones ocupadas estén administradas por Turquía, de que todo funcione en turco, de que la moneda oficial sea la lira turca y de que la seguridad, o más bien la represión, corra a cargo de milicias que actúan bajo las órdenes directas del gobierno turco deja la situación inequívocamente clara.

Además, el material militar de alto rendimiento utilizado (drones, aviones de guerra) pertenece al ejército turco, como demuestran las conclusiones de la fiscalía. Estas milicias no son actores independientes; funcionan como extensiones del ejército turco o como remanentes de grupos militantes radicales que ahora operan bajo mando turco.

Como ha mencionado, el Estado turco ataca deliberadamente a civiles y asentamientos civiles, violando directamente el derecho internacional. Sin embargo, la comunidad internacional permanece en gran medida en silencio. ¿Cómo interpreta usted este silencio e impunidad hacia Turquía?

Esto es precisamente lo que el TPP pretende destacar: la concienciación. Sin embargo, el panorama geopolítico actual es tan complejo que incluso la ONU es impotente, y el presidente Erdoğan lo sabe muy bien.

Erdoğan, con increíble astucia e imprudencia, sigue desafiando el derecho internacional al tiempo que intensifica la presión sobre Rojava. Su objetivo es desmantelar el modelo democrático y de autogobierno de Rojava, basado en la igualdad de género. Este modelo supone una amenaza directa para la Turquía autoritaria, religiosa y conservadora que él imagina.

La comunidad internacional ya ha demostrado su total incapacidad para impedir el genocidio en Palestina o detener el expansionismo israelí que redibuja las fronteras territoriales. Líbano ha sufrido y sigue sufriendo, mientras Siria sigue parcialmente ocupada por Israel, y todo ello con total impunidad.

Al mismo tiempo, al otro lado de Siria, Turquía lleva a cabo sus ataques de forma más encubierta, pero siguiendo los mismos principios, violando las leyes más fundamentales y sagradas de la civilización. Las Convenciones de Ginebra y el derecho internacional en su conjunto están siendo totalmente ignorados. Estos valores están siendo pisoteados de la misma manera temeraria que vemos con Israel, que está respaldado por Estados Unidos, y una visión de un mundo en el que sólo los más fuertes, los más ricos y los más poderosos dictan la ley mientras se ignoran los derechos fundamentales. Esto es exactamente lo que está ocurriendo en casi todas partes. Por eso nosotros y nosotras, como ciudadanos, debemos recordar a la gente por todos los medios posibles que somos nosotros, el pueblo, los verdaderos portadores y defensores de la ley.

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