Aslan: "La lucha es necesaria para preservar una paz conquistada con esfuerzo"

Seyit Aslan destacó que la paz no solo se alcanza, sino que también debe ser defendida mediante una lucha constante.

PROCESO DE PAZ

Tras el llamamiento de Abdullah Öcalan el 27 de febrero para que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) deponga las armas, el PKK ha anunciado su compromiso con esta declaración. Mientras continúan las negociaciones diplomáticas, el presidente del Partido del Trabajo (EMEP), Seyit Aslan, analizó lo que este proceso significa para la democracia en Turquía y el movimiento obrero, así como el papel que deben desempeñar los socialistas y las fuerzas democráticas.

Aslan señaló que el gobierno está impulsando este proceso, en particular debido a los acontecimientos esperados en Oriente Medio. Afirmó: "La historia ha demostrado que tanto la paz como la democracia solo pueden lograrse mediante la lucha, y una vez conquistadas, deben ser protegidas a través de la lucha".

Ignorar las demandas del pueblo kurdo es una política de la clase dominante

Seyit Aslan indicó que, si bien el gobierno puede tener sus propios objetivos, ignorar la magnitud del problema kurdo es un error fundamental. Explicó que "el gobierno justifica este proceso como una forma de prevenir posibles consecuencias negativas para Turquía derivadas de la rápida evolución de los acontecimientos en Oriente Medio. Busca asegurar su posición más allá de las fronteras y al mismo tiempo reforzar el ‘frente interno’ a nivel nacional. Hemos visto esta justificación reflejada en diversas declaraciones del presidente Recep Tayyip Erdoğan, en la retórica y postura del líder del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), Devlet Bahçeli, quien se ha posicionado como una figura clave en este proceso desde el 1 de octubre, y en los escritos de los asesores de Erdoğan".

Aslan agregó: "Es innegable que el presidente Erdoğan y su círculo ven este proceso como parte de una estrategia para prolongar su permanencia en el poder. Sin embargo, quienes interpretan todo el proceso únicamente desde esta perspectiva no comprenden la verdadera dimensión de la cuestión kurda ni las diversas dinámicas que influyen en la situación. Las élites gobernantes y las distintas facciones de la clase dominante sin duda priorizarán sus objetivos a corto plazo, enmarcando el proceso dentro de los llamados ‘intereses supremos’ del Estado. Interactuar con las demandas de la otra parte solo en el nivel más mínimo es un reflejo clásico de la política de la clase dominante y del enfoque convencional del Estado".

No obstante, según Aslan, "estos factores solo describen ciertos aspectos del proceso. Explicar la situación únicamente a través de los planes y objetivos de las élites gobernantes significaría ignorar el papel de quienes han visibilizado la cuestión kurda a través de años de lucha y han logrado llevarla a la mesa de negociación".

Este proceso es una lucha para quienes anhelan la paz

Aslan evaluó la declaración de Öcalan y también abordó los pasos que el gobierno debe tomar. Dijo: "En su declaración, Öcalan incluso dio un paso atrás con respecto a posiciones anteriores sobre demandas ‘culturalistas’, enfatizando en cambio que la lucha dentro del marco de la ‘reconciliación democrática’ continuará. Las declaraciones indican que este proceso llevaba en marcha al menos un año antes de hacerse público el 1 de octubre. Esto sugiere que podrían haber existido negociaciones entre Öcalan y representantes del Estado en Imrali que no quedaron reflejadas en el texto oficial. Dada la naturaleza histórica de esta cuestión, no sería apropiado hacer afirmaciones definitivas hoy sobre hacia dónde conducirá este proceso. Sin embargo, debemos subrayar que el desenlace de este proceso también dependerá de la lucha de las fuerzas democráticas populares y de quienes anhelan un futuro en el que se reconozcan las demandas del pueblo kurdo y se logre la paz".

Aslan subrayó que "al mismo tiempo, hay pasos esenciales que deben tomarse. Primero, deben ser liberados todos los políticos, periodistas, alcaldes y defensores de los derechos humanos encarcelados, así como quienes fueron detenidos recientemente en el marco de la investigación del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK). Debe cesar la imposición de administradores estatales y restituirse en sus cargos a todos los coalcaldes destituidos, devolviéndoles los derechos que les fueron arrebatados ilegalmente. Se deben eliminar las barreras a la educación en lengua materna. Además, todos los académicos por la paz que fueron expulsados injustamente de sus universidades deben ser reinstalados con la restitución total de sus derechos. No hay que olvidar que estas injusticias han tenido consecuencias tan graves que algunas personas se han visto llevadas al suicidio.

Por supuesto, para encontrar una solución democrática y centrada en el pueblo a la cuestión kurda, hay pasos fundamentales que deben tomarse para garantizar la igualdad de ciudadanía. Sin embargo, las medidas que hemos señalado podrían servir como los primeros pasos hacia ese objetivo".

Las fuerzas del trabajo y la democracia deben posicionarse a favor de la paz

Aslan afirmó que las fuerzas del trabajo y la democracia deben tomar partido y hacer esfuerzos por la paz. Explicó: "La historia ha demostrado que tanto la paz como la democracia solo pueden conquistarse mediante la lucha, y una vez alcanzadas, deben protegerse de la misma manera. No basta con ganar; evitar la pérdida de una paz conquistada con esfuerzo también requiere dedicación. Sabemos que los Estados imperialistas y capitalistas están profundamente entrelazados con los monopolios armamentísticos y comparten intereses comunes. Todo esto hace inevitable que las fuerzas del trabajo y la democracia tomen posición y luchen por la paz.

Aunque hay quienes apoyan apasionadamente el proceso en curso, también es natural que algunos lo vean con distintos niveles de crítica. Sin embargo, está claro que quienes se consideran responsables de la paz no pueden limitarse únicamente a la crítica".