El Campamento Climático de Venecia discute las ideas de Abdullah Öcalan

“Cambiemos el sistema, no el clima” ha sido el lema del Campamento Climático de Venecia de este año, donde también se han debatido las ideas de Abdullah Öcalan.

“Cambiemos el sistema, no el clima” ha sido el lema del Campamento Climático de Venecia de este año, celebrado entre los días 7 y 11 de septiembre. Activistas de todo el mundo se reunieron en el Lido de Venecia, una ciudad que vive bajo la amenaza de ser inundada por la subida de las mareas. Mientras el Festival de Cine de Venecia, que tuvo lugar en la misma semana, atrajo la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, los activistas asistieron al Campamento Climático para llamar la atención sobre la crisis climática con el objetivo de colectivizar la acción por la justicia climática.

El tema central de la tercera edición del Campamento Climático celebrada este año ha sido la decolonialidad. Junto con la autora y activista ecofeminista Vandana Shiva, Ilham Rawoot (Amigos de la Tierra) y Mario Alberto Castillo (Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, aferente al Congreso Nacional Indígena), Havin Guneser (portavoz de la iniciativa internacional Freedom for Abdullah Öcalan - Peace in Kurdistan) participó en un panel sobre “Descolonizar, Decrecer, Perturbar” como ponente principal.

Junto a Vandana Shiva, que destacó cómo la tierra es “nuestro hogar común” y Rawoot, que definió la ecología como “las relaciones entre todos los seres”, la portavoz de la iniciativa internacional, a modo de presentación del pensamiento político de Abdullah Öcalan, afirmó que “el sistema capitalista intenta imponer una comprensión de la ecología como un caso muy aislado de relaciones que no incluyen las relaciones humanas (...) pero la ecología es en realidad la ciencia de todas estas relaciones, incluida la sociedad humana”.

Según Öcalan, tal y como lo presenta la iniciativa, la lucha contra la colonialización no es una lucha meramente física, sino también ideológica. Con este telón de fondo, la portavoz de la iniciativa hizo hincapié en cómo las personas se han vuelto dependientes de ser asalariadas hasta el punto de que su dependencia es lo que conduce a la propia reproducción del sistema jerárquico.

Haciendo referencias a la lucha del movimiento de liberación del Kurdistán contra el ISIS y la victoria de las combatientes kurdas en esta lucha, la portavoz recordó que hay algo más detrás de esta revolución a lo que hay que prestar atención y hay que preguntarse cómo el proceso de colonización de la humanidad ha permitido todo esto y ver qué conjunto de relaciones lo han permitido. “Abdullah Öcalan y el movimiento kurdo por la libertad se remontan en la historia y la conectan con el presente para poder imaginar una vida diferente y preguntarse cómo podemos devolver el encanto a la vida”, añadió la portavoz.

“En el centro del pensamiento de Öcalan está el proceso de cuestionamiento y re-cuestionamiento, para no regenerar las jerarquías y los procesos de esclavización en nuestras vidas. Según la filosofía del movimiento por la liberación kurdo y las ideas de Abdullah Öcalan, la cuestión, por tanto, no es “cómo conseguir una mejor parte como trabajadores, sino cómo no convertirnos en trabajadores”, continuó la portavoz. En este sentido, Vandana Shiva añadió que “primero nos dijeron que sólo podíamos ser trabajadores y ganarnos la vida. Olvidando nuestra tierra. Olvidando nuestras semillas. Olvidando nuestros conocimientos. Mientras que ahora nos dicen que no necesitamos trabajadores porque la inteligencia artificial lo hará todo por nosotros”.

El hecho de que esta destrucción de las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza no sólo suponga un riesgo para el medio ambiente, sino también para la sociedad humana, fue el tema central de la mesa redonda. En este contexto, la iniciativa introdujo el término de Öcalan sobre el «sociocidio», al que Vandana Shiva añadió “este momento en el que estamos bajo amenaza de extinción es en el que podemos construir otro mundo. Se necesita, como dijo Guneser, un profundo amor, solidaridad y confianza en la tierra y la humanidad”.

“Los kurdos y las kurdas llevan mucho tiempo en vías de extinción, tanto de su tierra como de su grupo cultural y lingüístico. Esto les ha hecho cuestionarse y replantearse todo. Como escenario de una tercera guerra mundial, en la que los kurdos y las kurdas luchan por su vida, están haciendo la revolución cada día porque saben que las revoluciones no son algo de un día para otro”, subrayó por su parte la portavoz de la iniciativa. Mientras que el capitalismo suele definirse por su carácter destructivo a través de las armas, Öcalan ha planteado que la mayor arma del capitalismo es “su capacidad para cambiar nuestra mentalidad y legitimarla”, así como para “destruir nuestra imaginación de un modo de vida alternativo”.

Tomando como ejemplo las formas en que los kurdos y las kurdas se movilizan y organizan sus vidas en Rojava, Makhmur, Bakur, Shengal y otros lugares junto a diferentes comunidades, la portavoz de la iniciativa declaró que si existe una narrativa ideológica de que no podemos salir del ciclo del capitalismo, “tenemos que trazar una filosofía y una línea ideológica de cómo se puede hacer”. Y añadió que “primero debe haber una lucha a nivel de nuestras mentalidades para volver a ser una comunidad unida y recuperar la armonía con la naturaleza. Sin hacer esto, el 1% nos va a gobernar como lo está haciendo en este momento. Apuestan por que tengamos miedo, apuestan por que no colaboremos”.

El llamamiento de Öcalan a atreverse a imaginar más y a actuar colectivamente resonó con las palabras finales de Alberto Castillo Quintero cuando dijo: “Tenemos el sueño de que un día podamos movilizarnos desde diferentes partes del mundo al mismo tiempo y actuar juntos en la lucha común contra el sistema”.