KNK: “El ejército de Erdoğan se prepara ahora para atacar Makhmur y Shengal”

El Consejo Ejecutivo del KNK advirte en un comunicado que el ejército de Erdoğan se prepara ahora para atacar Makhmur y Shengal.

Análisis

El Consejo Ejecutivo del Congreso Nacional del Kurdistán (KNK) ha emitido un comunicado para advertir a la comunidad internacional sobre un posible ataque contra el campamento de Makhmur y Shengal (Sinjar), la tierra yazidí.

La declaración recoge que "el 23 de marzo, el KNK convocó una reunión extraordinaria con los partidos políticos kurdos y asirios, así como con representantes de la sociedad civil, en relación con la creciente amenaza de una nueva ofensiva militar turca en el Kurdistán Sur (la región del Kurdistán que quedó dentro de las fronteras geopolíticas de Irak tras el Tratado de Lausana). Además, el 18 de marzo, el KNK publicó un documento detallado en el que se exponen las consecuencias de la operación militar planeada por Turquía con el objetivo de ocupar el Kurdistán Sur".

El KNK afirma que "para entender el razonamiento de Ankara para una invasión, es necesario tener en cuenta un contexto político amplio. Los kurdos del Kurdistán Norte ocupado (la región del Kurdistán que quedó dentro de las fronteras geopolíticas de Turquía tras el Tratado de Lausana) han producido las primeras grietas en el trono del sultán Erdoğan tras las elecciones locales del 31 de marzo. De hecho, el mayor ganador político de las últimas elecciones en Turquía ha sido el pueblo kurdo, que se ha negado desafiantemente a doblegarse ante la brutalidad de Erdoğan durante los últimos 22 años. Incluso el sueño neo-otomano de Erdoğan de reconquistar Estambul se ha visto truncado por los kurdos y las kurdas que ahora viven en Estambul, después de que los militares turcos quemaran sus pueblos durante la década de 1990."

El comunicado añade que "aunque el AKP trajo a miles de soldados, policías, funcionarios y unidades paramilitares para amañar la votación en el Kurdistán Norte, aun así fue derrotado estrepitosamente. En consecuencia, Erdoğan y su socio de coalición, el ultranacionalista MHP, quieren ahora vengarse de su vergonzosa derrota electoral con otra guerra contra los kurdos."

Una nueva guerra contra los kurdos en Irak reinstalaría el poder de Erdoğan

La declaración continúa: "Desgraciadamente, vemos que Irak ya está cediendo a la presión de las visitas diplomáticas turcas. De hecho, el reciente aumento de la presión de las fuerzas iraquíes sobre Makhmur, donde viven 10.000 refugiados, y Shengal (Sinjar), donde viven los supervivientes del genocidio del ISIS, muestran cómo el gobierno de Bagdad está tratando de mostrar su voluntad de seguir las órdenes de Erdoğan. Todo ello en un entorno en el que el ministro de Defensa turco, Yasar Guler, y Erdoğan declaran públicamente que tienen la intención de desplegar sus fuerzas armadas a 30-40 km de profundidad en territorio iraquí, semianexionándolo como han hecho con partes del norte de Siria.

Más allá de su habitual cruzada antikurda, uno de los objetivos de Erdoğan es despejar el camino para una nueva ruta comercial, el ‘Proyecto de Desarrollo Turquía-Irak’, que él ve como una ‘Nueva Ruta de la Seda’ y alternativa al IMEC (Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa) que circunvala Turquía. Sin embargo, esta autopista y vía férrea de desarrollo de 1.200 km que conecta el Golfo Pérsico con Turquía tiene que atravesar directamente el Kurdistán meridional y septentrional (norte de Irak y sureste de Turquía)".

El KNK afirma que "durante décadas, las guerrillas kurdas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) han estado resistiendo contra el Ejército turco ocupante en las zonas montañosas que este proyecto pretende atravesar. Turquía esperaba que la zona pudiera ser controlada totalmente por el Partido Demócrata del Kurdistán (KDP), que dejaría que el régimen de Erdoğan la explotara a cambio de una parte de los beneficios. Sin embargo, como eso no ha fructificado, Ankara busca ahora ayuda en Bagdad.

Como primer paso, Erdoğan quiere que el gobierno iraquí silencie a las refugiadas y los refugiados kurdos en Makhmur y a las y los yazidíes en Shengal. Está utilizando estas dos áreas como prueba para medir el nivel de obediencia de Bagdad a sus órdenes. Una vez que estas áreas estén efectivamente amordazadas al mundo exterior, Erdoğan tiene la intención de ocuparlas con su ejército. Su razón para hacerlo es porque ambas áreas se encuentran en el punto pivote por donde pasaría esta nueva 'Ruta de la Seda' y los inversores quieren tener "seguridad" (es decir, control militar turco) antes de financiar el proyecto".

El KNK continúa: "Exigimos al gobierno iraquí que proteja su soberanía y no se convierta en un peón del debilitado régimen de Erdoğan, con su economía en colapso y su moneda en caída libre. Erdoğan desea transformar al gobierno iraquí en un nuevo ‘Saddam Hussein’, emulándolo al brutal dictador del que muchos de ellos fueron víctimas en el pasado. Pero Bagdad debería rechazar la manipulación de Erdoğan, ya que Makhmur y Sinjar son líneas sagradas para la nación kurda. Cualquier intento turco de ocupar estas regiones encendería una tormenta de resistencia en todo el Gran Kurdistán. En lugar de hacer el trabajo sucio de Ankara, Bagdad debería honrar a los pueblos de Makhmur y Shengal, que, junto con el PKK, resistieron la toma de Irak por parte del ISIS. En un momento en que Erdoğan estaba armando y ayudando a ISIS a asesinar a ciudadanos y soldados iraquíes, fueron las guerrillas kurdas del PKK quienes ayudaron a evitar que el califato de ISIS se extendiera por toda la nación de Irak. Uno esperaría que la respuesta de Bagdad fuera la gratitud, y no la traición".

El KNK añadw: "Por lo tanto, hacemos un llamamiento al Parlamento y al gobierno iraquíes para que no desestabilicen Irak y lleven al país a la guerra a petición de Erdoğan.

Hacemos un llamamiento a los kurdos y yazidíes de Makhmur y Shengal para que se unan contra esta conspiración que busca cumplir el objetivo no cumplido de ISIS.

Hacemos un llamado a los amigos y amigas del pueblo kurdo a alzar sus voces contra esta política de invasión, ocupación y semianexión en nombre de una ruta comercial.

E instamos a la OTAN, la ONU y la UE a controlar las ilegalidades de Erdoğan y obligarlo a cumplir con el derecho internacional poniendo fin a sus invasiones expansionistas neo-otomanas en la región.

No hay ningún honor en producir desarrollo empresarial con la sangre de gente inocente, invadiendo y ocupando su patria".