Firaz Dağ ha escrito un artículo para Nûçe Ciwan titulado "La juventud y los medios digitales de la modernidad capitalista".
El texto es el siguiente:
El avance exponencial de la tecnología en las últimas décadas ha demostrado ser un verdadero desafío para ser comprendido por la sociedad. Al mismo tiempo que se han producido importantes avances en el ámbito de la salud y el desarrollo, cada vez es más evidente que estos avances están al servicio de la modernidad capitalista y de los intereses que hay detrás de ellos. Un medicamento que puede llevar a la cura de una determinada enfermedad se hace accesible en función del valor de mercado y no por la necesidad humana de superar la enfermedad. Al mismo tiempo, tecnologías que hace poco tiempo eran consideradas el reflejo de una minoría elitista, ahora son ampliamente accesibles por la gente de una forma absurdamente consumista. Hoy en día es difícil encontrar a un joven que no tenga un teléfono de calidad y que no utilice los medios digitales a diario... por no hablar de los diversos estudios que señalan que en un futuro muy cercano, la Inteligencia Artificial alcanzará el nivel humano . Además, en 2026, alrededor de 2.000 millones de usuarios estarán en el metaverso. Pero, ¿qué significa esto?
Para empezar a entender todo este proceso, que se ha desarrollado con extrema rapidez y que genera conflictos de opinión entre generaciones, es necesario detenerse a analizar importantes puntos clave para trazar una línea de razonamiento clara y cohesionada con la realidad y que presente una alternativa a esta.
1. ¿Cuál es la finalidad de los medios digitales (redes sociales)?
2. ¿Cómo influyen en la vida cotidiana de la sociedad y en la mentalidad de sus usuarios?
3. El fenómeno de los "influencers" y el nuevo producto del capitalismo.
4. Inteligencia artificial, algoritmos, publicidad y adicción.
5. Metaverso, aislamiento social, distanciamiento de la naturaleza humana y otras consecuencias.
6. ¿Alternativas?
¿Cuál es la finalidad de los medios digitales?
Los primeros medios digitales –llamados comúnmente redes sociales (nombre que me niego a utilizar, porque no tienen nada de social)– empezaron a surgir a finales de los 90 y principios de los 2000, con los avances tecnológicos que facilitaban las redes de contacto a partir de internet. Las aplicaciones más famosas de este periodo fueron MSN, lanzada en 1995 y sucedida por el éxito de Orkut, lanzada en 2004. Mientras MSN buscaba crear métodos de contacto directo entre individuos, Orkut ofrecía una experiencia diferente, dando la oportunidad de crear comunidades de amigos o temas de interés común, compartiendo tus momentos cotidianos e incluso jugando en la plataforma. Fue una explosión de usuarios y un fenómeno entre los jóvenes de la época. Sin embargo, fue con la aparición de Facebook (lanzado ese mismo año) y sus interacciones de "me gusta" y "compartir" que los medios digitales empezarían a tener otro papel en la sociedad y a desarrollar una mentalidad dentro de la sociedad.
Fue a partir de la experiencia de Facebook y prontamente seguida por Instagram (lanzada en 2010) que el foco de los medios digitales dejó de ser propiamente un medio de comunicación directa entre personas físicamente distantes, para ser un medio y plataforma para compartir sus fotos, reflexiones, videos, su día a día, etc. Con la implementación de la opción de reaccionar a los contenidos publicados, surgió un reflejo casi natural, de personas publicando buscando agradar a sus seguidores y amigos, además de inflar sus egos a partir de un conteo virtual generado por una interacción virtual. Las plataformas y aplicaciones comenzaron entonces a reorganizarse y a reestructurarse en esta búsqueda de atención, pero ya hablaré de esto más adelante al sacar el tema de los algoritmos.
¿Cómo influyen en la vida cotidiana de la sociedad y en la mentalidad de sus usuarios?
En primer lugar, creo que es importante dejar claro que no estudié psicología ni ninguna otra forma de "IA", lo que no me convierte en un profesional para abordar el tema. Sin embargo, hay varios estudios realizados y en curso sobre el tema, por diferentes sectores de la ciencia positivista que buscan entender los efectos de los medios digitales en la sociedad –especialmente en los jóvenes, y es seguro decir que utilizar el término 'usuario' al referirse a los usuarios de estos medios es asertivo, ya que las reacciones generadas en el cerebro humano causadas por los medios digitales es extremadamente similar a la forma en que la cocaína afecta el cerebro. Un documental exhibido por Netflix (entra una contradicción de la modernidad capitalista, ya que Netflix también utiliza métodos para entretener y mantener la atención de sus usuarios) llamado "El dilema de las redes sociales", aborda precisamente estos efectos de las redes en la juventud y está compuesto por personas que trabajaron en el desarrollo de los algoritmos de estas redes y eran conscientes de cuáles serían las consecuencias.
El documental presenta cómo se nos manipula para generar beneficios a las grandes corporaciones, el impacto que esta invasión puede tener en nuestra vida personal, cómo las redes facilitan la difusión de noticias falsas, etc. La propia web del documental habla sobre el proceso de producción de la obra, pero también tiene otras pestañas interesantes. Plantea el propio dilema presentando datos como: un estudio realizado a 5.000 personas descubrió que un mayor uso de las redes sociales está correlacionado con descensos autodeclarados en la salud mental y física y en la satisfacción vital; el número de países con campañas de desinformación política en las redes sociales se ha duplicado en los últimos dos años; y el 64% de las personas que se unieron a grupos extremistas en Facebook lo hicieron porque los algoritmos les guiaron hasta allí.
El gran y mayor problema que generan los medios digitales en la actualidad se basa de nuevo en las falacias creadas por el capitalismo y su disuasión de la comprensión de la libertad. Los jóvenes que utilizan los medios digitales lo hacen porque están rodeados de una realidad en la que no hacerlo sería insólito, además de que piensan que estar activamente en la red publicando y difundiendo es una forma más de su libertad de expresión y derecho, mientras que no reconocen los efectos negativos que provocan estas redes y cómo el consumo de sus contenidos moldea su percepción de la realidad.
Sí, los medios digitales podrían jugar un papel positivo en la sociedad si estuvieran al servicio de los intereses de la sociedad y no de los intereses de las corporaciones. Los medios se han "democratizado" hasta el punto de que cualquier persona con un teléfono en sus manos puede dar a conocer un hecho ocurrido en ese momento, denunciar un abuso policial, una trama de corrupción, etc. Sin embargo, como sociedad hemos superado este punto y vamos en dirección contraria, donde la realidad y la verdad se moldean y forman a partir de la producción y difusión de mentiras repetidas incansablemente en las redes hasta convertirlas en realidad. Ejemplos hay muchos: las elecciones de 2016 en EEUU, las de 2018 en Brasil, la existencia de canales como Brasil Paralelo, etc.
Es imperativo que reconozcamos que los medios digitales son una herramienta del sistema de la modernidad capitalista para el control y manipulación de la juventud, y esto ha quedado cada vez más claro con el paso del tiempo. Una juventud ocupada con la futilidad, el consumismo, el ego, los likes, las celebridades, las drogas, en fin, una juventud alienada y ocupada, no logra desempeñar su papel de juventud cuestionadora, autocrítica, revuelta contra las injusticias y las prácticas de este sistema. Se convierten así en vasallos de la mentalidad a la que se oponen por naturaleza.