El Consejo Autónomo Democrático de Shengal (MXDŞ) ha publicado un folleto con la cronología de un año de “Dolor y Resistencia”, como han llamado a la lucha que la comunidad yazidí ha tenido que librar tanto contra la presión de Bagdad como de Erbil.
Tras el ascenso del ISIS en 2014, todo Oriente Medio se enfrentó a brutales ataques y masacres. El objetivo del ISIS era destruir el tejido social y la historia de todas las comunidades que vivían en la región y cometer un genocidio contra los que consideraba infieles. La comunidad yazidí, que estaba completamente desprotegida en ese momento, fue la que más sufrió la ideología inhumana y los actos brutales llevados a cabo por el grupo terrorista.
El MXDŞ ha subrayado que “las fuerzas que eran responsables de la protección de Sinjar [Shengal], es decir, el gobierno central iraquí y las fuerzas militares del KDP, huyeron inmediatamente después del inicio de los ataques del ISIS el 3 de agosto de 2014. Así, ambas fuerzas no sólo allanaron el camino para la matanza, la captura y la violación de decenas de miles de yazidíes, sino que también les instaron a no resistir. Sin embargo, algunos civiles yazidíes insistieron en defender su patria. Con la ayuda de un pequeño grupo de guerrilleros del PKK que acudió en su ayuda en las circunstancias más difíciles después de que se hicieran públicos los brutales ataques del ISIS, se abrió un corredor de seguridad. Esto permitió a cientos de miles de yazidíes escapar del monte Sinjar a Rojava. Sólo después de que el ISIS tomara a miles de mujeres yazidíes como esclavas sexuales y matara a jóvenes y ancianos en las aldeas de Sinjar, la comunidad internacional ayudó al pequeño grupo de guerrilleros del PKK y a los lugareños que resistían contra el ISIS”.
Desde entonces, Shengal se ha convertido en un lugar seguro para su población, que se autogobierna con la ayuda de diversas instituciones sociales, culturales, políticas y económicas. Mientras el pueblo yazidí esperaba un mayor apoyo y reconocimiento de su autogestión por parte del gobierno central iraquí y del Gobierno Regional del Kurdistán, estas fuerzas firmaron en cambio un acuerdo sobre el futuro de Shengal sin consultar a la población local el 9 de octubre de 2020. “Este acuerdo”, ha dicho el MXDŞ, “no sirve a los intereses del pueblo yazidí. Por el contrario, no sólo pretende destruir por completo su libre albedrío y sus derechos fundamentales, sino devolver Sinjar las mismas fuerzas que allanaron el camino para el genocidio yazidí cometido por el ISIS”.
La UNAMI ha expresado su apoyo al Acuerdo Bagdad-Erbil en relación con tres puntos principales, a saber: el retorno de los refugiados, la seguridad y la estabilidad en la región y la reconstrucción de Shengal. Sobre esto, el MXDŞ ha dicho: “No son la población y la autogestión de Shengal las que impiden estos tres objetivos. Al contrario, siempre han hecho de estas tres cuestiones sus principales demandas”. El KDP, sin embargo, impide que los más de 200.000 refugiados yazidíes que aún viven en los campamentos del sur del Kurdistán regresen a Shengal.
El MXDŞ ha subrayado que, lamentablemente, “los esfuerzos y los llamamientos de la población yazidí, árabe, cristiana, chií y suní de Shengal, así como del Consejo Autónomo Democrático, no han dado todavía ningún resultado importante. Hemos sido testigos del último ejemplo de la negativa a respetar la libre voluntad de la población de Sinjar durante las elecciones generales celebradas en Irak el 10 de octubre de 2021. El KDP manipuló los resultados de las elecciones en Sinjar para su propio beneficio. Este fraude electoral fue cometido con la ayuda de los dispositivos electrónicos de votación”.
En base a este motivo, los representantes del MXDŞ han declarado que no aceptarán este fraude electoral y que seguirán representando los intereses de la población de Shengal, al tiempo que se mantienen abiertos a negociar un nuevo acuerdo con la participación de todos los actores relevantes.
El MXDŞ ha presentado las siguientes demandas al gobierno central iraquí, a los representantes de la UNAMI y a los miembros de la Coalición Internacional contra el ISIS:
“1. Establecer una zona de exclusión aérea sobre Shengal.
2. Condenar y rechazar el acuerdo Bagdad-Erbil.
3. Apoyar la negociación de un nuevo acuerdo global que tenga en cuenta los intereses de todas las partes relacionadas.
4. El reconocimiento oficial de la administración autónoma social, política y democrática de Shengal.
5. El reconocimiento oficial de las YBŞ y YJŞ, y de las Asayiş como las fuerzas de seguridad legítimas de Shengal.
6. El enjuiciamiento nacional e internacional de los autores, instigadores, ayudantes y partidarios del genocidio/feminicidio cometido contra la población yazidí de Shengal, especialmente el KDP, Turquía y el ISIS.
7. Apoyo material y financiero para la reconstrucción de Shengal”.