El plazo fijado por Irán para que el gobierno central iraquí de Bagdad desarme a los grupos kurdos de la región del Kurdistán iraquí (Kurdistán “Sur” o “Bashur”) expirará la próxima semana. Según el co-presidente del Partido por una Vida Libre en el Kurdistán (PJAK), se defenderán con vehemencia contra esta medida. "Entregar nuestras armas está fuera de toda duda", declaró Siamand Moini a Westga News, añadiendo: "Si Irán ataca, nos mantendremos unidos contra él junto con los demás partidos kurdos".
Irán lleva tiempo exigiendo a Irak que expulse o desarme a los partidos de la oposición del Kurdistán que clasifica como "terroristas" y "separatistas". Además del PJAK, la petición de desarme incluye también a los partidos PDK-I, Komala y PAK, con sede en Hewlêr, Sulaymaniya y Asos. Los dos países ya habían llegado a un acuerdo en marzo para intensificar la acción contra estos grupos. En agosto, Bagdad aceptó desarmar a los partidos kurdos antes del 19 de septiembre y poner fin a su presencia en el norte del país. Teherán no aceptará bajo ningún concepto un aplazamiento del plazo, según amenazó hace dos semanas un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní. Si Irak incumple el plazo, "asumirán la responsabilidad de garantizar la seguridad del país".
Muertos y heridos en ataques con misiles iraníes
El régimen de los mulás acusa a los partidos kurdos del país vecino de estar implicados en ataques contra sus tropas y los acusa de incitar las protestas del movimiento "Jin, Jiyan, Azadî" desencadenadas por el feminicidio de Jina Amini por parte del Estado iraní en septiembre de 2022, así como de haber introducido a manifestantes de contrabando en el país. Poco después de que comenzaran las protestas, la Guardia Revolucionaria iraní disparó varias veces cohetes y drones contra el PDK-I, Komala, PJAK y PAK, que también gestionan instalaciones civiles como escuelas y residencias de ancianos en sus campamentos base y atienden a personas desplazadas. En septiembre, al menos 14 personas fueron asesinadas en los ataques y otras 58 resultaron heridas, algunas de gravedad.
"En Irán, poco antes del primer aniversario de la muerte de Jina Amini, aumenta la tensión en el seno del régimen fascista", afirmó Moini. El co-presidente del PJAK subrayó que el régimen iraní siempre ha aplicado una política intransigente hacia los kurdos y las kurdas, y ha utilizado estrategias que equivalen a una limpieza étnica. Sin embargo, desde que el movimiento "Jin, Jiyan, Azadî" ha sacudido los cimientos del Estado y del poder, el régimen está intensificando su maquinaria de represión antikurda. "La profundización de esta política de exterminio se ha reflejado recientemente en un aumento de las ejecuciones extrajudiciales, las oleadas de detenciones y otras medidas de intimidación. También han aumentado los ataques contra nuestras fuerzas. Con ello, el régimen quiere desmoralizar a la sociedad y dejar claro que no permitirá la liberación y la revolución del pueblo, especialmente del pueblo kurdo, bajo ninguna circunstancia."
Esmail Qaani, comandante de la Brigada Quds de los Guardianes de la Revolución, amenazó incluso con una ofensiva terrestre en Irak en noviembre si Bagdad no aseguraba la frontera común frente a los grupos kurdos. Sin embargo, el gobierno central iraquí declaró en el pasado que esto está fracasando debido al Gobierno Regional del Kurdistán en Hewlêr.
En julio, el Ministerio del Interior iraquí anunció inesperadamente el despliegue de una brigada en la frontera con Irán en coordinación con las autoridades de la región del Kurdistán.
PJAK: “Reforzar la unidad y la solidaridad nacionales”
Aún no está claro si Irak emprenderá realmente alguna acción contra los grupos de oposición kurdos en su propio país, como desea el régimen iraní. La opción militar de Irán para resolver su "problema kurdo" también se ha visto como la espada de Damocles durante años. En cualquier caso, el PJAK está decidido a mantener su resistencia. Moini dijo: "Formularemos y desarrollaremos la hoja de ruta de nuestro partido según las demandas de nuestro pueblo y la revolución ‘Jin, Jiyan, Azadi’, no según las amenazas del Estado iraní. Con el apoyo de nuestro pueblo, hemos construido una organización fuerte en nuestro país. Nuestra posición es que todos los partidos kurdos deben poner la unidad nacional y la solidaridad entre ellos en el centro de su trabajo en lugar de ceder a las exigencias del régimen. Una lucha conjunta impedirá que el enemigo logre sus objetivos. Por esta razón, nosotros y las demás fuerzas kurdas nos apoyaremos mutuamente en caso de ataque de Irán."
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