Dos hermanos y una hermana, tres guerrilleros heroicos
La esperanza que Hêvîdar y sus hermanos albergaban en sus corazones y mentes no será olvidada. Sus banderas nunca caerán, y vivirán para siempre en la cima de las montañas libres.
La esperanza que Hêvîdar y sus hermanos albergaban en sus corazones y mentes no será olvidada. Sus banderas nunca caerán, y vivirán para siempre en la cima de las montañas libres.
Conocida por su cultura, identidad social y mártires heroicos, Bismil, en la provincia de Amed, ocupa un lugar importante en la historia de la lucha por la libertad. Se define como “la tierra del pan” gracias a su posición única. En verano, el trigo se vuelve amarillo, y la primavera y el otoño están llenos de semillas de vida. Por desgracia, el Estado turco no se ha retirado de estas tierras. Debido a su profundo patriotismo, Bismil siempre ha sido objetivo de las políticas sucias del enemigo.
Las aldeas de Bismil han sido evacuadas muchas veces, y miles de sus residentes se han visto obligados a emigrar. Niños y niñas fueron arrebatados a sus madres cuando aún estaban en la infancia, y sus valientes padres fueron asesinados por el Estado turco. Bismil es el distrito de Amed por el que más viajan los vehículos tipo Ranger y Taurus. Bismil, que es como un paraíso, lleva años atravesando días oscuros a manos del Estado. Pero nunca ha renunciado a la cultura de la resistencia. Siempre está de pie frente al enemigo con sus mujeres y sus jóvenes.
Madre de tres héroes
Hêvîdar nació en Bismil y es una de esas jóvenes valientes. El único sueño de su madre era criar a sus hijos en su tierra, en su lengua y cultura maternas. Pero el Estado turco no lo permitió. Destruyó la casa donde nació Hêvîdar ante sus ojos. Hêvîdar vio la crueldad de soldados y policías contra su madre cuando aún era una niña. Debido a la opresión y persecución del Estado turco en el Kurdistán, Hêvîdar y su familia tuvieron que trasladarse a Occidente.
Sin embargo, no quisieron seguir viviendo con ese enemigo que los expulsó de su país. Primero Berxwedan se unió a las filas de la guerrilla, luego Hêvîdar...
Cuando Hêvîdar llegó a las montañas, su ira y su resentimiento hacia el Estado invasor aumentaron aún más. Berxwedan era ahora un mártir. Hêvîdar era ahora una seguidora de Berxwedan. Ella lo mantendría vivo en cada momento de su lucha. Su hermano menor se unió a la guerrilla antes de que fuera demasiado tarde y tomó el arma de Berxwedan. Ahora eran tres miembros de la misma familia en el campo de batalla. Se convirtieron en camaradas el uno del otro, se hicieron amigos, se convirtieron en combatientes por la libertad y lucharon heroicamente, se convirtieron en hijos del sol.
La madre de estos tres héroes, después de que sus hijos se unieran al movimiento por la libertad, también luchó en las cárceles contra las políticas especiales del Estado turco.
En una carta, la madre describió la situación de la siguiente manera: “Llevo un año y medio en prisión. Fui condenada a 11 años. Hace poco me deportaron de la cárcel de Batman a Ankara. Llevamos aquí unas tres semanas y hemos estado luchando. Mientras tengamos una gota de sangre, continuaremos con nuestra causa”.
Su madre también le dijo a su hija Hêvîdar: “Mi petición es que vayas a la tumba del mártir Berxwedan y le transmitas mis saludos. Dale saludos de su madre”.
Vivirán en la cima de las montañas libres
Hêvîdar era la hija de su madre, la hermana de los dos heroicos Berxwedan. Siempre actuó con esta responsabilidad. Sacaba su fuerza de la resistencia, e irradiaba esperanza a su alrededor. Hêvîdar era cada vez más fuerte y quería ir a las zonas más difíciles de la lucha. Durante los años de lucha, dejó su huella en Xinêre, Xakurkê, Zap, Heftanîn y más recientemente en Şemdinli. A cada paso, se acercaba a su sueño de liberar el Kurdistán. La libertad era lo primero que tenía en mente. Era una fuente de entusiasmo y moral para sus amigos en la vida.
Enfrentándose a la asimilación y la opresión del enemigo, los tres hermanos escribieron sus nombres en la historia del Kurdistán con letras de oro. La esperanza que Hêvîdar y sus heroicos hermanos albergaban en sus corazones y mentes nunca será olvidada. Sus nombres y sus banderas nunca caerán. Vivirán para siempre en la cima de las montañas libres.
Hêvîdar Amed (Zarife Soylu) cayó como mártir con cuatro de sus amigos como resultado de los enfrentamientos en Şemdinli el 2 de octubre de 2012.
Sus hermanos Berxwedan Kaya (Ali Soylu) cayeron el 8 de febrero de 2004 en Kandil y Berxwedan Amed (Sait Soylu) el 11 de mayo de 2009.