Hibe Mihemed es miembro del Consejo de Mujeres Sirias. En una entrevista con ANF, ha afirmado que el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, es el día en que las mujeres están llamadas a reclamar sus derechos, el trabajo y la libertad usurpados.

Al recordar que las mujeres en el Norte y el Este de Siria han estado librando una gran lucha durante 12 años, Mihemed ha explicado: "No celebrábamos el 8 de marzo antes de la revolución. Sin embargo, después de la revolución, aprendimos el significado del 8 de marzo y comenzamos a celebrarlo. Hoy puedo decir que un día no es suficiente para recuperar la vida y los derechos usurpados de las mujeres. Vemos que la violencia contra las mujeres y muchos otros comportamientos inhumanos aún continúan. Las mujeres todavía están expuestas a muchos ataques en todo el mundo. Esperamos que con el revolución en el Norte y el Este de Siria, con la Revolución de Rojava, las mujeres de todo el mundo rompan las cadenas de esclavitud existentes.

Antes de la revolución, el Estado prohibía celebrar este día. Sin embargo, nosotras las mujeres estábamos celebrándolo en secreto entre nosotras. Pero hoy, las kurdos, las árabes, las mujeres asirias y circasianas que viven en el Norte y el Este de Siria lo celebramos juntas. Celebramos este día con grandes preparativos. Impartimos seminarios, preparamos folletos y los distribuimos a todas las instituciones".

Mihemed ha continuado: "Todos sabemos por lo que pasaron las mujeres durante el gobierno de Damasco y más tarde bajo el ISIS. Las mujeres que fueron torturadas y esclavizadas en ese momento lideran la sociedad actual. Estas mujeres se han convertido hoy en luchadoras y revolucionarias. Me gustaría decirle esto a todas las mujeres: conozcan su propio poder y talento. Cuando una mujer confía y cree en sí misma, no hay nada que no pueda lograr. Ella puede superar todo el atraso que la sociedad le impone. Hoy debemos rebelarnos contra todos los ataques y ocupaciones del Estado turco. Continuaremos nuestra resistencia hasta el final para proteger los logros de nuestra propia revolución. Los ataques del Estado turco pueden estrechar nuestros espacios vitales y hacernos la vida difícil, pero esto no nos hace retroceder, nos da aún más determinación de luchar. Las mujeres que lideran la sociedad son atacadas todos los días en Irán, Rojhilat y Afrin. Nosotras, como mujeres, debemos apoyar su lucha hasta el final y resistir hasta que logremos nuestra libertad".

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