Mina Soltani, madre de Shahriar Mohammadi, manifestante asesinado durante el levantamiento antigubernamental «Jin, Jiyan, Azadi (Mujer, Vida, Libertad)» de 2022 en Bukan, permanece detenida sin acceso a representación letrada ni a visitas familiares, según ha informado la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN).

Desde su detención el 11 de septiembre, Soltani sólo ha mantenido una breve llamada telefónica con un familiar, durante la cual reveló estar recluida en régimen de aislamiento en la prisión central de Orumiyeh. Según KHRN, reveló que la trasladan a diario al centro de detención del Ministerio de Inteligencia en Orumiyeh para interrogarla y luego la devuelven a su celda de aislamiento por la noche.

Su detención continúa, ya que las autoridades le han negado el acceso a su medicación y no se ha dado ninguna explicación oficial a su familia sobre los motivos de su detención ni sobre su estado actual.

Soltani fue detenida sin orden judicial en su domicilio de Bukan la noche del 11 de septiembre y trasladada al centro de detención del Ministerio de Inteligencia en Orumiyeh.

La madre dadkhah (término persa utilizado para designar a los familiares de víctimas y supervivientes que buscan verdad y justicia) se ha enfrentado en los últimos dos años a constantes presiones y amenazas de las fuerzas de seguridad debido a su activismo tras la muerte de su hijo, Shahiyar Mohammadi.

Mohammadi fue herido por disparos de las fuerzas de seguridad durante las protestas antigubernamentales en Bukan el 18 de noviembre de 2022, y posteriormente murió en el hospital a causa de las heridas.

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